Ran - Akira Kurosawa (1985)

Este año, los Juegos Olímpicos serán en Tokio y el mundo pondrá los ojos en Japón, así que haré el esfuerzo por ver más cine japonés. Supongo que Akira Kurosawa es el director de cine más famoso de  ese país. Durante 2019 subí las reseñas de El ángel borracho (1948), El perro rabioso (1949) y El idiota (1951) y supongo que es evidente mi admiración por este director. Ran es una película de otra época y ya no es en blanco y negro, lo anterior resulta relevante porque ahora el color es utilizado para identificar a los personajes, su carácter y sus ejércitos. La historia comienza con una reunión en mitad de las montañas en el Japón medieval. El gran señor Hidetora disfruta el día en compañía de sus hijos Taro, Jiro y Saburo y dos de sus aliados. Repentinamente se queda dormido, quizá como estrategia para evitar un conflicto, pero tiene un sueño. Al despertar, decide repartir los tres castillos bajo su poder entre sus hijos y dejar como líder al mayor de ellos, Taro. A partir de ese momento, como si de una tragedia griega se tratara, el destino hará todo lo posible por humillar al viejo y hacerle pagar muy caro el arrebato. La historia se parece mucho a "El Rey Lear" de Shakespeare, pero tiene algunos cambios.

Conforme avanza la trama entran en acción otros personajes que buscan venganza porque fueron atacados en el pasado por Hidetora. El destino va acomodando las cosas  para arrebatarle todo al viejo. 

Una parte que me encantó es en la que Lady Kaede, esposa de Taro y amante de Jiro, pide la muerte de Lady Sue, esposa de Jiro. El encargado de matar a la esposa es Kurogane, un militar al servicio de Jiro. Kurogane dice haber cumplido con lo solicitado y entrega una cabeza envuelta. Al desenredar la tela, aparece la cabeza de un zorro de piedra. Se trata de Inari, una deidad de la fertilidad y la agricultura que cuenta con muchos templos en Japón. La escena me gusta porque mezcla el cuento de Blancanieves con la Salomé bíblica, además de que Kurogane se burla abiertamente de la orden. Por un momento, el bien triunfa sobre el mal, pero lo hace de manera que el acto es además un presagio.

La película tiene muchas lecturas, desde la simple fábula (quién hizo el  mal resulta castigado), hasta un estudio sobre el dolor, la locura y la futilidad de las obras humanas (el reino se desmorona a la par de su creador).

Nacemos solos y solos moriremos, nada te llevas de este mundo. Los humanos no somos inteligentes, si lo fuéramos no habría tantas traiciones ni tanta ambición. Este filme mezcla la cultura occidental con la oriental y lo hace con tal destreza que todo fluye con ritmo. No sé si está en alguna plataforma, yo compré el DVD. (Ab.)

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