Rudy - David Anspaugh (1993)
En plan de prepararme para el Super Bowl decidí ver una recomendación del Negro Tito con quién realizo el Podcast del Tronco Común. Rudy es un filme que toma como pretexto una historia real del futbol americano colegial, pero que habla sobre el poder de la determinación del ser humano. Si te asomas a este filme esperando ver la clásica historia sobre el armado de un equipo que supera todas las pruebas para ganar el campeonato, vas a quedar muy desilusionado. La historia se centra en uno de los jugadores del equipo de Notre Dame. El hombre real detrás de la película es Daniel Eugene Ruettiger. Aunque no todos los detalles que muestra la cinta son correctos, eso no afecta la fuerza de esta historia de superación personal. El joven era considerado torpe tanto en lo físico como en lo académico y superó las palabras gandallas de un montón de cabrones, familiares incluidos, que le decían que se dedicara a trabajar como obrero y renunciara a sus sueños.
Si piensas que estudiar una carrera universitaria y jugar en un equipo colegial es un gran logro, este filme es para ti. Si crees que no es para tanto, deberás reconocer que vencer la programación negativa de tu entorno, requiere mucho carácter y esfuerzo.
El filme es un poco repetitivo e insiste demasiado en que el tipo tiene tres obstáculos invencibles: es chaparro, tiene dislexia y cree que es más importante jugar que estudiar. Es decir: Rudy es un imbécil. Pero uno muy necio que nunca se rinde. Algo así como el prototipo de la 4T. No tienen preparación ni experiencia, pero están dispuestos a hacer lo que el Mesías Tropical ordene.
Lo bueno es que Rudy logra lo que siempre le dijeron que no lograría. Lo malo, que lo logra por su simpatía y no por sus méritos atléticos. Lo feo, que Notre Dame luce como una escuela elitista que cree vender sabiduría en pañuelos de seda. La universidad católica parece un clan de ultra derecha que sólo vende la posibilidad de ser visto por los buscadores de talento de la NFL, es decir, no es Harvard ni Yale ni el MIT.
Me parece importante decir, aunque supongo que todos lo saben, que las escuelas te hacen más fácil el camino, pero cualquier cosa que quieras estudiar, puedes aprenderla fuera de ellas. Estudiar es una cuestión de interés y capacidad personal. Ya lo decían los del Opus Dei: Lo que natura no da, Salamanca no presta. Aunque el pueblo bueno expresa lo mismo con más sabor: el doctorado no quita lo pendejo.
De vuelta a la cinta, una frase que me pareció importante fue: Solo tengo dos certezas que Dios existe y que no soy yo. Pero lo mejor es el discurso que le dedica a Rudy el jefe de mantenimiento del estadio, interpretado por Charles S. Dutton. En estas palabras se resume el secreto de la felicidad: In this life, you don't have to prove nothin' to nobody but yourself.
En español es algo parecido a: En esta vida, no tienes que probarle nada a nadie salvo a ti mismo. Insisto es una novela de superación personal ambientada en lo deportivo, pero el mensaje es válido. Rudy escapa del molde tradicional de la película deportiva y eso se agradece. Siempre he pensado que los deportes no son un fin en sí mismos, son sólo un camino para aprender algo más. (Ab.)
Si te gustó esta reseña que leyó Juan Salvador Gaviota en los setentas, compártela con un estudiante universitario.
Comentarios
Publicar un comentario