Longa Noite - Eloy Enciso Cachafeiro (2019)

Esta cinta es un trabajo extraño que logra poesía en sus tres partes. Sin utilizar música, con poco ruido, voces reposadas y fotografía casi fija se logró una cinta hipnotizante. Es  muy diferente a todo, no cuenta una historia, se basa en memorias de la prisioneros políticos de la época de Franco y se ubica en Galicia, España. Su ritmo lento huele a humedad. El hilo conductor es un hombre que atraviesa toda la película como recogiendo las voces de los otros. El primer capítulo trata sobre la desconfianza. Se sospecha de todos, se siente la pesada presencia del gran hermano que puede convertir la vida de cualquiera en una pesadilla. Hay una inseguridad kafkiana. En una tarde fría y gris, en la escalera de un templo, un par de mendigos platican y comparten un pan.  Dicen que antes todo era mejor, todo ha cambiado, ahora los desprecian, les lanzan las monedas sin mirarlos. No siempre fueron pordioseros, dan asco. Imprecan a un albañil que construye una comandancia. El trabajador se ampara en la necesidad de mantener a su mujer e hijos. Eso no disculpa nada. 

Cae la noche, en un autobús dos hombres hablan intentado descifrar al otro. El viejo comerciante dice: "He sido rico y pobre varias veces, nunca millonario. Ahora toca ser emigrante." Ha vivido una vida extraña llena de oportunidades. Ambos parecen tener miedo de construir un vínculo, de abrir sus cartas, de mostrarse. No sabemos si el viejo dice la verdad o está investigando.

En un bar cuatro hombres juegan a las cartas, se preguntan: ¿Quién manda? Mientras tiran las cartas recitan los nombres que se dieron a Franco. Uno de ellos dice: Afirmar que el hombre fue creado a imagen y semejanza de dios es una mala broma, un insulto para Dios.

La segunda parte, es el miedo. Un barquero no cobra por su trabajo y despide a us pasajeros diciendo: "Tengan tanta suerte como merecen". Las reflexiones caen como en una gotera. "En los pleitos, el que sale mejor, sale lastimado". "La guerra no se gana a balazos". 

El catolicismo del dictador se cuela en detalles macabros. A las condenadas a muerte se les permite oír misa y comulgar. Un viejo cae en cuenta que la tortura se queda en el cuerpo y causa más rabia a quienes no la sufrieron directamente.  La tercera parte es la muerte. Un convento Jesuita sirve como prisión, los detenidos se inundan de piojos. El preso está muerto, sin voluntad, es un autómata que hace lo que se le ordena. Todo lo hecho fue inútil. Un consejo suena a triste arrepentimiento: no te metas en política, mejor pasa hambre.

Las tres partes reflejan el mecanismo de dominación utilizado por la dictadura. La desconfianza se convierte en miedo y el miedo se transforma en muertos. Todo el mundo está solo. Nadie habla por nadie, todos están listos para señalar. En cualquier momento, te pueden escoger para dar el ejemplo.

El filme es poderoso. Es una clara advertencia. Nadie quiere otra larga dictadura cobijada de religión. México ya tiene al Mesías que no acepta ser cuestionado, que quiere eliminar libertades y derechos, que hace su voluntad por encima de las leyes y se considera el único digno de dirigir este país. El tipo siembra desconfianza, no permitamos que llegue el miedo.  (Ab.)

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