A Rainy Day in New York - Woody Allen (2019)

Un día lluvioso en Nueva York forma parte de la 67 Muestra Internacional de Cine, pero puedes verla casi en cualquier sala. Si nunca has visto algo de Woody Allen me parece que esta cinta es ideal para empezar, no porque sea la mejor, sino porque cuenta con todos los elementos que caracterizan la obra de este director. Además es muy ligera, tiene un joven reparto y Mr. Chalamet se luce. Si ya conoces la obra de este director, esta película no decepciona. La historia es la de Gatsby y Ashleigh, interpretados por Timothée Chalamet y Elle Fanning. Ambos estudian en una universidad de medio pelo, pero tienen orígenes muy diferentes: Gatsby es de Nueva York y ella es de una ciudad de Arizona. Son novios y viajan a Manhattan porque ella es reportera del diario universitario y tiene la oportunidad de entrevistar a un importante director de cine. Él quiere aprovechar la ocasión para mostrarle su ciudad.
Allen ha tenido otros avatares, utilizó a Jesse  Eisenberg en Café Society (2016) y a Owen Wilson en Midnight in Paris (2011), pero Chalament sabe hacer el personaje sin perderse. Le brinda cierta sobriedad y cordura que se agradecen. Chalamet además toca el piano como había demostrado en Call Me by Your Name (2017). 
En contraste, si bien Fanning logra retratar a la rubia ranchera boba que quiere aparentar ser más lista de lo que es, no logra la sobriedad y verosimilitud de Chalamet. Tiene piernas feas y un rostro demasiado triste para ser bonita y la encuentro demasiado blanca para ser sexy. Basta compararla con la hermosa y sana Terry (Kelly Rohrbach) que contrata Gatsby.  Incluso con Tiffani (Suki Waterhouse) la novia de Francisco Vega (Diego Luna) o con Chan (Selena Gomez). De cualquier modo hace un buen trabajo y logra pasar por sus aventuras con gracia suficiente.
Debo confesar que nunca me ha gustado Selena Gomez pero que en esta cinta me encantaron su actitud cabrona y sus ojos. Se roba la película, aunque Cherry Jones tiene las mejores líneas en su personaje de madre de Gatsby y hace que todo el filme valga  la pena. 
Diego Luna soporta los chistes que se hacen a sus costillas con una sonrisa. Creo que fue un gran acierto aceptar que Allen lo critique. Por cierto, muchos de los chistes tienen que ver con el mundo del cine. Se habla de películas viejas, de las locuras de los directores, de los ligues en las filmaciones. 
Allen se repite, pero se repite con gracia y maestría, con buen humor y con malicia. Se burla de sí mismo y de lo políticamente correcto. Divierte, entretiene y convence sin ser tan neurótico como en otras cintas. Quizá el mensaje del filme es que las aguas siempre regresan al cauce. (Ab.)
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