Lorena, la de pies ligeros - Juan Carlos Rulfo (2019)

Dios sabe porque hace las cosas. Dios, no Cristo, ni Shiva, ni Huitzilopochtli, me permitió ver Corazón del Tiempo (2008) y después Lorena, la de los pies ligeros. Todo lo que no logra aquél filme en hora y media, lo logra éste en  28 minutos. Aunque aquella es ficción y ésta documental, las películas son comparables porque ambas tratan de grupos originarios que viven aislados en el territorio mexicano, sus protagonistas son mujeres jóvenes de familia campesina que viven de un modo que rompe con lo tradicional.  La diferencia entre Lorena y Sonia, es que Lorena mira con sus propios ojos, confía en su inteligencia y no ha sido capturada por el sistema, ella parece dueña de sí misma. En contraste, Sonia no puede decidir qué quiere, no es indígena ni mexicana, habla español y está atrapada por las circunstancias. 

Lorena está consciente de lo que pasa a su alrededor, habla más con actos que con palabras y cuando las utiliza, se expresa en su lengua con agudeza y claridad: correré mientras tenga fuerzas, me tomarán fotos mientras siga ganando, no uso estos tenis porque quienes los usan siempre vienen detrás de mí. 

No se regala en sonrisas, no se exhibe, acepta la fama como una carga. No sueña con ser famosa y convertirse en un símbolo o en una marca deportiva. Sus sueños no dependen de ganar una guerra. Ella es feliz en su tierra y los obstáculos son tomados como cosas de todos los días. No hay un sólo momento de victimización. Ni siquiera cuando el padre señala que no la envió a la escuela.

Además de las diferencias importantes entre protagonistas, la mano ágil del director es impresionante. Los maravillosos paisajes son mostrados de modo impresionante y son razón suficiente para ver el filme. Quizá se abusa del dron, pero las tomas que logra valen la pena. 

La música no molesta, los susurros en lengua tarahumara se sienten apropiados, la dignidad del trabajo se muestra y el amor por la tierra se siente. Lorena conquista con su seriedad y con su desprecio por nuestra forma de vida.

La película no es un manifiesto, conserva un tono objetivo y permite sacar conclusiones. Nunca subestima al espectador, no dice esto es injusto y por esto peleamos contra el gobierno. Simplemente permite el acceso al mundo que no conocemos. Los juicios dependen del ojo del espectador. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Busca el documental en Netflix. (Ab.)
Si te gusta esta reseña conquistada por Lorena Ramírez, compártela con tu corredor favorito.