The Big Lebowski - Joel & Ethan Coen (1998)

Cada tanto resulta alguien que menciona El gran Lebowski, también conocida como Identidad peligrosa, y yo me quedo mudo. La vi, pero no me impresionó y sólo tenía un vago recuerdo de Jeff Bridges muy fodongo y John Goodman haciendo el idiota. Para poder opinar y quizá descubrir una joya perdida, la ví nuevamente. Resulta que aunque los Coen han hecho películas excelentes como No Country for Old Men (2007) o Fargo (1996), ésta me parece boba. La historia es la de un tipo que es confundido con otro del mismo nombre. Aunque sus vidas no tiene nada en común, el Lebowski flojo, interpretado por Jeff Bridges, se pone de pechito para que le pase de todo: orinan su tapete, le roban el nuevo, lo golpean, lo mandan al médico, le roban el auto lo vuelven a golpear. Todo sin que piense en tomar una arma o hacer algo para defenderse. Lo único que hace para protegerse, me refiero al palo que clava en su sala, es totalmente inútil. No se trata del carisma de Mr. Bridges, se trata del personaje. Entiendo su hueva y sus ganas de pasar la vida sin grandes esfuerzos. No entiendo su afición por los rusos blancos, ni cómo selecciona sus amistades. Las interacciones con Goodman nunca salen bien. No hay razón para contarle nada, ni solicitar su compañía. Tampoco entiendo porque se hacen cargo del cuerpo del personaje de Steve Buscemi. Ni siquiera entiendo qué es lo que le impresionó al narrador interpretado por Sam Elliott sobre esta historia.

Creo que lo más creativo es el mal viaje o fantasía del boliche, ustedes decidan qué es, y hasta me pregunto porque no lo ha copiado Bruno Mars. Ese segmento aislado es muy loco y bien logrado. Sin embargo, el resto de la película desespera y fastidia. La historia es para imbéciles. ¿Quién recibe un maletín con un millón de dólares y no lo abre para revisar su contenido? ¿Quién deja un maletín con un millón de dólares en el coche mientras entra a jugar boliche?

Por otra parte Steve Buscemi, Sam Elliott, John Turturro, Julianne Moore y Philip Seymour Hoffman están de relleno, quizá sólo para que sus nombres atraigan gente. Incluso Tara Reid aparece poco. 

Si algún fan de esta película tiene tiempo para explicarme qué es eso maravilloso que yo no vi, se lo agradeceré. Si para verla es necesario estar intoxicado con grandes cantidades de alcohol y un tanto de mariguana, ya me jodí. Nunca entenderé este filme. (Ab.)

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