The Day of the Jackal - Fred Zinnemann (1973)

EL DÍA DEL CHACAL es una magnífica cinta en HBO Max cuyo recuerdo he arrastrado desde mi infancia. Sólo conservaba que se trataba de un asesino y que las primeras sílabas de su nombre y apellido formaban la palabra CHACAL. Esta cinta es un viaje en el tiempo, un delicioso sueño lleno de ingenio, historia y nostalgia. Francia es un personaje. Las calles lucen amplías y limpias, las carreteras acogedoras, la vida era dulce y los líos eran simples. Los atentados en contra del Presidente francés Charles de Gaulle por la OAS (Organización del Ejercito Secreto) como respuesta a la independencia de Argelia son el corazón de la historia. La preparación del atentado a cargo del Chacal tiene detalles estupendos, son un manual del delincuente profesional. Las cosas se hacen bien o no se hacen. Acciones como el cambio de color del auto, la peluca, el pasaporte, la cojera, los baños turcos, los anteojos, hoy quizá parezcan trucos gastados, pero en los setentas fueron ejemplares en la construcción de la verosimilitud.

Si en un principio el plan parece simple, casi improvisado, después va tomando forma. La tensión se va tejiendo con paciencia. El Chacal parece tener motivos propios para trabajar en la muerte del presidente. Recibe el aviso de que ha sido descubierto y en lugar de desaparecer, sigue adelante. Por su parte, los franceses tienen un método rudimentario para descubrirlo y sólo la casualidad les permite ponerse en el rastro correcto.

Por otra parte, el Chacal es el contraste perfecto para el sabueso. Mientras el encargado de la investigación no duerme y se rodea de todos los elementos para resolver el caso. El Chacal viaja ligero, se toma el tiempo para los placeres y son los placeres los que lo mantienen fuera del alcance de su perseguidor.

Un detalle genial es el asunto de la filtración. Los investigadores descubren que alguien en la junta de seguridad está compartiendo información importante. Eso no es casualidad, fue perfectamente planeado por la OAS. Lo relevante es que en el momento en que se confirma la fuga, el culpable no hace el menor intento por justificarse, simplemente abandona la sala.

Si la cinta logra que te interese investigar sobre Charles de Gaulle, es un extra. Lo lógico es que disfrutes paseo. Ya sabes que el presidente no muere en un atentado, así que la sorpresa  final radica en lo que impide al Chacal lograr su objetivo. 

Mirar el pasado, recordar lo que implicaba viajar entre los países europeos, no contar con un celular y buscar un teléfono público, usar un mapa, no tener reservación en un hotel, no usar una computadora con acceso a internet, trabajar con papel y lápiz, son placeres que los jóvenes de hoy no conocerán. No puedo creer que esta estupenda cinta este sumida en el olvido. Me parece justo recuperarla. (Ab.)

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