Hytti nro 6 - Juho Kuosmanen (2021)
EXPRESO A MURMANSK o COMPARTIMENTO No. 6 está en Amazon y es DIFERENTE, un tanto críptica, un tanto difícil. No es para todos, es posible que te aburra o puedes quedar atrapado por la curiosidad aunque al final no entiendas nada. Yo tuve que masticarla antes de entender que había visto. Pero nunca me sentí decepcionado. Los recuerdos me entretuvieron y quizá por eso no la digerí en en el momento. No es una cinta Hollywoodense en la que el bueno derrota al malo, pero sí es un viaje del héroe. No sé que quiso decir el director, así que, como de costumbre, seré muy subjetivo. Es un viaje en tren, de eso estoy seguro. Una mujer va de Moscú a Murmansk, hacia el norte, en invierno, para visitar unos petroglifos, quizá en busca de sí misma. Muchas veces se viaja para escapar de la realidad y muchas otras para cambiarla. Los viajes son lo más parecido a un sueño; pueden ser una pesadilla o pueden ser una revelación, pero no se sienten pesados como el día a día. El movimiento hace que las horas cuenten que luzcan breves y sutiles. El cerebro no puede procesar toda la nueva información así que escoge pocas cosas y lo huecos se llenan de una niebla que los hace esponjosos. Viajar es como una droga que alerta los sentidos, desecha lo irrelevante y brinda nuevas ideas.
Si alguna vez has viajado en tren sabrás que es algo especial. No se siente como un coche, un autobús o un avión, es como ir en una pequeña y extraña casa ajena. La posibilidad de cambiar de vagón mientras estás en movimiento es algo importante. No es igual en el metro. Cada vagón tiene su estilo y debes mantenerte alerta si no quieres acabar en un lugar distinto del que habías elegido. La tentación de bajar en cualquier estación es grande y cuesta aferrarse al destino final.
Si buscas una cinta de tren que sea pura felicidad luminosa te recomiendo Viaje a Darjeeling (2009). La realidad que retrata esta cinta no es tan agradable, es fea. Después de verla no te darán ganas de visitar Rusia: el tren no es de lujo, el frío es amenazante y los rusos no parecen muy amables. Cuando menos el trayecto entre Moscú y San Petersburgo debería ser más cómodo pero no lo parece.
Laura, una joven finlandesa, planeó visitar los petroglifos con su novia Irina, pero la rusa la manda sola. Para colmo, en su compartimento viaja Ljoha, un borracho y peligroso minero ruso. Aunque el espacio por compartir luce amplio, debido a la lente utilizada, te aseguro que no lo es. Así que imagina oler a un extraño al que ni siquiera le preguntarías la hora y viajar con él sin ducharse durante un parte días de nieve y lluvia.
Laura la pasa tan mal que cuando encuentra un compatriota lo invita a usar el espacio que era para Irina. La vida en el tren es más intensa. Si no estás a gusto, recorres el tren en busca de aire fresco, comida, el baño o un espacio solitario. Refugiarte en el paisaje no siempre es posible.
Sin embargo, hacer amigos es más fácil en un tren. Laura se llevara algunas sorpresas y vencerá algunos obstáculos, pero gracias al viaje desatará nudos del pasado y aprenderá a soltar. El verbo está de moda, pero hay viajes en los que no logras más que pasear tu obsesiones y, gracias a Dios, hay otros que resultan productivos. Para Laura, ir a Murmansk, será liberador. Para los espectadores resulta muy ilustrativo de que la vida es el camino, así que más vale ponerle buena cara y disfrutarla. Olvida el destino final mientras no esté cerca. Échale fuerza de voluntad y busca esta cinta. (Ab.)
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