Das Cabinet des Dr. Caligari - Robert Wiene (1920)

El gabinete del Doctor Caligari está en YouTube y, si no la has visto, es uno de esos pesados pendientes que vale la pena sacarse de encima. ¿Cuántas religiones y cuántos ha gobiernos han hipnotizado a su gente para obligarla a matar? Es decir, no es raro que los hombre convenzan a otros de matar. Así de simple, así de fuerte. El cine que se hacía hace un siglo te sorprenderá. El cumpleaños 100 de esta cinta es buen pretexto para verla. Si investigan un poco verán que el mundo coincide en que Caligari es lo más representativo del expresionismo alemán. No voy a intentar explicar en qué consiste ese movimiento cultural que nació en la pintura y abarcó varias artes, pero si ven El Gabinete y Nosferatu (1922), ya se harán una buena idea pues los elementos en común son evidentes. Es una cinta muda filmada en poco espacio, con un montón de decorado  en piso y paredes. La historia es de misterio pero una vez que la veas sabrás que el cine no ha cambiado mucho desde entonces. La formula que aplica el Dr. Caligari ha sido aplicada sin pudor una y otra vez. La anécdota es la de un tipo que pone un puesto en una feria de pueblo y allí presenta a un sonámbulo de nombre César que lo sabe todo y es capaz de predecir el futuro. Un espectador pregunta cuándo tiempo vivirá y la respuesta es: hasta el amanecer. Dicha profecía se cumple. No cuento más para que puedas disfrutarla.

Los títulos utilizan una caligrafía o una fuente muy especial que refuerza la historia. Lo mismo sucede con la música que se añadió. La película cuenta una historia dentro de una historia y dicen que el principio y el final fueron añadidos para evitar la censura. Me gusta esa idea pero no puedo confirmarla.

La vida me ha enseñado que, con buena o mala fe, la autoridad abusa del poder. Esa era la denuncia de este filme que hoy puede parecer bobo si no prestas atención. La autoridad podría experimentar en su población con una enfermedad o un método de control con la intención de ganar tiempo, quitarle derechos o libertades y perpetuarse en el poder. Podría soltar noticias para medirle el agua a los tamales. Si la gente reacciona negativamente, se desdice, pero con suerte es chicle y pega. La fuerza del relato parece ser más importante que la verdad. Una mentira repetida mil veces convence. La posverdad tiene poco contacto con los hechos. 

Pero quizá esas ideas son producto de conspiracionistas.  En realidad todas las autoridades son buenas y jamás caen en conflictos de interés. Los gobiernos sólo buscan el bienestar de su gente y los servidores públicos nunca obtienen provecho personal. Quizá Hobbes se equivocó porque el hombre jamás ha sido ni será el lobo del hombre.

Independientemente de que este filme marcó un antes y un después en el cine, me pregunto, por qué la arquitectura occidental se niega a usar decorados como los que aparecen en la cinta. Las lineas en el suelo o los patrones en las paredes parecen propias de espacios públicos e inadecuadas para el ámbito del hogar. Las puertas triangulares o de cualquier otra forma geométrica que no tengan como base el rectángulo parecen estar prohibidas.

Mucho de lo que se observa en pantalla ha sido relegado a ferias y parques de diversiones. Ver el mundo del siglo pasado, observar la ropa, el cabello y los sombreros, notar el maquillaje de los actores y sus gestos es alucinante. Aunque no te guste el cine, encontrarás algo en esta película que te atrapará. Más sabe el diablo por viejo que por diablo, échate un clavado al pasado. Si tienes suerte encontrarás algo que te inspire. (Ab.)

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