Sugata Sanshirô - Akira Kurosawa (1943)

La Leyenda del Gran Judo es la primera película de Akira Kurosawa y el DVD que compré advierte que es una versión incompleta porque la censura recortó partes de la cinta durante la guerra. Sin embargo, los fragmentos perdidos no afectan la trama. La semana pasada reseñé la segunda parte, La nueva leyenda del gran judo, aunque la crítica dice que es mala, a mí me gustó más que ésta. La historia de este primer filme es que un joven, Sugata Sanshiro (interpretado por Susumu Fujita), deseaba estudiar jiu-jitsu, pero el día que llega a la escuela, un maestro de yudo lanza al río al maestro de jiu-jitsu y a todos sus alumnos. Sugata decide no pelear con el visitante y mejor se ofrece a conducir el rickshaw para ir a aprender yudo. Resulta que Sugata es muy bueno, así que cuando va de parranda se mete en líos que arregla a golpes. Pronto gana fama y los niños le inventan una canción. El profesor le dice que no está en la vía, no basta la fuerza, necesita comprender la esencia del yudo. Sugata hace berrinche y termina pasando la noche en un estanque. Allí ve florecer una flor de loto y recibe la iluminación. Después tendrá un duelo con el maestro más famoso de jiu-jitsu, interpretado por el magnífico Takashi Shimura, de cuya hija está enamorado. Pero los pleitos tontos nunca acaban, el mejor alumno del maestro vencido lo retará a muerte.

La trama parece bastante simple, pero lo importante es el modo en que se presenta todo. El estilo del director aparece desde el inicio con una escena en que los geta (zapatos tradicionales de madera) del protagonista hacen notar el paso del tiempo.

Los acercamientos a los rostros son muy significativos y los sitios forman parte importante de la escena. Por ejemplo,  en el duelo final, Sugata baja al nivel de rival y el clima es reflejo de la lucha. El yudoca triunfa sólo cuando logra la paz interior y eso se muestra en la nube que mira.

La escena en que Sugata repara el geta de la mujer, deja muy claro el gesto romántico, como si fuera una versión de la cenicienta. El héroe es muy humilde y se pone a los pies de su amada. Que según se explica en la cinta obtiene su belleza al contactar con el todo y borrar su yo.

Otro momento en que la ubicación de los personajes resulta significativa es la escena en que la enamorada cuenta la pelea pactada por su padre. Sugata huye hacia abajo pero regresa subiendo para aclarar que él es el rival. Finalmente desciende porque ha perdido la concentración y ha expresado el deseo de que su oponente gane.

La filosofía budista se mezcla en las acciones de los personajes. Sugata visita al derrotado y no hay conflicto entre ellos. De hecho el vencido agradece la lucha y dice haber aprendido mucho. Ambos entienden que la pelea fue justa y que no es una cuestión personal. Simplemente es lo que debía suceder. La cinta es estupenda y se pasa como agua. Kurosawa tenía tanto talento que cuando ves sus películas, parece muy fácil hacer cine. (Ab.)

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