The Violin Player - Bauddhayan Mukherji (2016)

EL VIOLINISTA
está en Netflix y vale la pena, pero tienes que buscarla como el violinista del diablo porque por su nombre en español no aparece. Es extraño que Bollywood sea una gran industria y que México permanezca fuera de su órbita. Quizá no entendemos su música o su bailes o quizá Hollywood no permite que la ola llegué. De cualquier modo, esta producción india ambientada en Bombay (Mumbai), es un buen trabajo que muestra talento. En el cine vale más una historia simple bien trabajada que una historia complicada. En este caso, El violinista del Diablo es una anécdota corta que podría ser contada en un cortometraje. Sin embargo, el tiempo que se toma  (una hora con doce minutos) hace crecer su poder. Nunca engaña, siempre se muestra tal cual es, pero hace el camino tan disfrutable que el resultado supera su historia. La cinta comienza con una escena cotidiana. Un hombre sentado a la mesa bebe té y lee el diario. La idea es mostrarnos su entorno: un departamento pequeño, muy pobre y descuidado. Es temprano y el tipo se entretiene, mientras su esposa se prepara para ir al trabajo. La mujer es un gorda alta y mandona, de esas que joden desde que abren los ojos porque no pueden ver que alguien disfrute de estar vivo. 
Lo que sigue es mostrar que no es un buen día. Una cucaracha pasea por la casa y los acreedores pasan a cobrar.  Él sale de su decadente edificio y viaja en el transporte público a su empleo. El título indica que se trata de un violinista. Allí toca para una película entre otros veinte violinistas. Por si no lo habíamos deducido, no se trata de una estrella. Termina la sesión, sale del trabajo e intenta volver a su casa.
Alguien lo observa. El músico es cobarde y se esconde. Quiere fundirse en la multitud y pasar desapercibido. El extraño se acerca y le ofrece trabajo. Pagará el doble de lo que el violinista dice cobrar por sesión pero deben irse ahora mismo. Llama a su esposa para descubrir que el celular está apagado. 
El extraño sabe demasiado sobre el músico y cierran el trato con un adelanto. ¿Ya te enganchaste? ¿Quieres saber en qué termina?
La música del filme es muy buena, aunque los violinistas encontrarán miles de fallas en todo lo que se muestra. Aparentemente, el director no tomó en serio la representación de la sesión de grabación ni los aspectos que interesan a los músicos. Como yo no sé nada de instrumentos y notas, no detecté los errores. 
Avik Mukhopadhyay funciona muy bien. Logra que los largos recorridos en transporte no sean una pesadilla. La pantalla queda en negros por algunos momentos pero la música llena ese espacio. Aunque el final y la vuelta de tuerca son predecibles, la cinta está tan bien construida que crea tensión y convence. El filme puede ser visto como un cuento de suspenso, pero en el fondo hay un asunto sobre prioridades. Para un artista, lo más importante es expresarse. 
Si te quieres dar una idea de cómo es la India, esta cinta es para ti. No es amable con el turista. Todo lo que muestra es feo. Sin jamás haber puesto un pie allá, prefiero visitar otro sitio. Supongo que Chalco está en ese nivel y no todo México es así. India debe tener sitios bellos y lugares interesantes pero aquí no se muestran. (Ab.)
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