Antoine Griezmann: The Making of a Legend - Alex Dell (2019)
“El Barsa tiene a Messi, el Real Madrid a Cristiano y el Atlético tiene a Griezmann.”
–Lucas Hernández.
Antoine Griezmann: Nace una leyenda es un documental protagonizado por el futbolista francés, que cuenta cómo pasó de ser rechazado por clubes locales debido a su estatura, a la figura que hizo que todo un país creyera posible ganar la Copa del Mundo. Personalmente, Antoine Griezmann no me llama la atención, pero como no tengo forma de ver el regreso de LaLiga (no es un error, ver nota al pie) Española, tuve que conformarme con este documental que me dejó… ¿confundida? Esa es la palabra. Alguien decidió que todo el mundo sabe todo de Griezmann. El documental inicia con los entrenamientos para el Mundial 2018, lo que hace pensar que veremos el camino que Francia recorrió hasta ganarlo, concentrándose, claro, en su jugador más valioso. Con esta idea, no molesta el primer corte que nos saca de la cancha para ir a la infancia del futbolista, y tampoco los siguientes que pasan entre datos interesantes, anécdotas y muchos festejos de goles. Pero entonces llega el minuto diecinueve.
Revelan que Griezmann fue a una fiesta en 2012 que lo dejó suspendido, escuchen, trece meses de todas las selecciones nacionales. ¿Por qué? No sé. ¿Cual fue el gran pecado de ir a una fiesta o a esa fiesta en específico? Ni idea. Puede que un fanático de Griezmann conozca con lujo de detalles este incidente, pero lo único que yo sabía de él antes de ver esto, es que ahora juega en el Club Barcelona (lo que da cierta ironía a la frase de Hernández, ¿cierto?). Así que esas preguntas quedan sin respuesta en los siguientes cuarenta minutos, que el documental también aprovecha para dar saltos (al parecer aleatorios) entre el último Mundial y momentos clave en la vida del héroe. Uno muy relevante ocurrió en Brasil 2014, cuando el jugador lloró después de ser eliminados por Alemania. Sólo puedo imaginar lo extraño que debe ser para él, saber que una de las razones por las que es la cara de su selección y de varias campañas publicitarias, es que lloró en medio de un estadio. Y literalmente sólo puedo imaginarlo porque, seguramente el mismo cabrón que decidió no explicar nada, decidió que Griezmann no hablara de ese momento que lo puso en el mapa. Que esto no le quite el mérito de demostrar lo aleatoria que puede ser la fama, lo rápido que a veces llega y lo inteligente que debes ser para aprovecharla. O tal vez sólo quiero convencerme de que ví algo que vale la pena.
Sólo me queda esperar que en el futuro Netflix invierta en mejorar sus reseñas, porque a mí me prometieron un documental de Antoine Griezmann, y lo que obtuve fue un montón de datos amontonados sin detalles ni orden, durante sesenta minutos que nunca recuperaré. (Scarlet Oliva)
Nota del editor: Esta reseña es la mejor de Scarlet hasta hoy y cómo los españoles están malitos y no saben español LaLiga va junto porque en su cabeza es una marca.
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