Nadie sabe que estoy aquí está en Netflix y vale la pena. La fotografía es muy buena, el guión es interesante y la actuación de Jorge García es convincente. La película cuenta un asunto breve pero lo hace con mucho sabor. La buena mano del director hace crecer la historia de modo que la película se siente grande y fuerte. No se trata de cine comercial, no esperes mucha acción y aventura. La cinta presenta a Memo, un niño con una voz espectacular que soñaba con ser cantante y no lo fue porque su padre vendió su voz y por otra razón que vas a descubrir. Ahora es un tipo enorme que vive en una isla y gusta de meterse a escondidas a las casas de fin de semana de los ricos. Trabaja curtiendo y limpiando pieles de borregos con su tío. No le gusta ver a nadie, se ha vuelto un ermitaño. A pesar de su enorme cuerpo es una gacela asustada. El actor Jorge García sabe hacer que su personaje resulte agradable, se ve bonachón, honesto y ligero. Da gusto verlo diseñar su capa de colores, pintarse las uñas, trabajar duro, escuchar su Walkman y correr a esconderse.
Seguir a Memo en su día a día resulta relajante y sin esfuerzo te lleva a pensar: ¿Qué hace este tipo allí? Parece feliz, pero algo está mal. Es raro que no quiera que nadie lo vea. Su único amigo es su tío. Es un niño gigante que se siente completo jugando. Knock, knock. Una mujer toca a su puerta.
La escena con el motor de la lancha, me refiero al momento en que la aves huyen, ha sido utilizada en otras cintas, si recuerdas alguna, por favor, escríbelo en comentarios. Aunque no es una idea original está utilizada a la perfección. Toda esa secuencia es magnífica.
La metáfora de la cascada para dar el salto a la ciudad es genial. Hay varias escenas interesantes. El color de la luz es una guía para entender el final. La canción es un resumen de esta historia y vale la pena ponerle atención, además suena bien. El sonido me recordó a Searching for Sugar Man (2012), es música con alma.
El mundo se empeña en sacar a un hombre de su aislamiento. Memo disfruta de su soledad, de su distancia con el mundo, no quiere volver. La sociedad se mueve para homogeneizar a los hombres. Unirse a la masa es fácil, mantenerse alejado no es para todos. No hay vergüenza en ser diferente y no compartir los valores de la mayoría.
Memo tuvo un problema, la vida le da la oportunidad de arreglar el asunto. Memo lo resuelve a su modo y vuelve a su vida. No se engancha con la vida que nunca tuvo, continúa con lo que quiere y lo hace feliz. Ser exitoso no implica fama y dinero, ser exitoso significa ser feliz. (Ab.)
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Un día de estos la veré
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