Suspiria - Dario Argento (1977)
Alarido, el Suspiria original, está en Amazon. No es exactamente igual a la Suspiria de Luca Guadagnino de 2018. La vieja versión da menos pistas de lo que está pasando, no se entiende mucho de la jerarquía entre brujas y la función de la escuela, pero pone mayor énfasis en lo arquitéctónico y el uso del color. Además, no utiliza el ballet como entrenamiento en cuestión de hechizos. En la versión original hay mayor presencia masculina, da la impresión de que hay hombres que forman parte del conjunto de brujas y la academia no está en la ciudad, cosa que resulta más lógica. Es menos enredada, quizá más directa, pero menos clara. Busca más el susto que el suspenso. La organización de la brujas y el lío político no son tan relevantes. La historia se concreta en la nueva bailarina gringa que llega en un mal momento, o quizá en el momento justo, es cuestión de enfoques, se entera de algo que no tiene sentido pero ese detalle le revelará todo y casi por error destruye el sitio. Hay curiosidades divertidas como ver al muy joven Miguel Bosé jugar al galán, los miles de gusanos reales o la mandíbula de perro asesina que ataca la garganta de un ciego. Sin embargo, lo sabroso está en otros detalles.
Resulta más atractivo el contraste entre la construcción roja y rígida y su entorno verde boscoso que se aleja del muro de Berlín. La versión es más sangrienta y más artesanal, menos sexy. Las mujeres no son tan guapas ni tan buenas bailarinas. Hay una ligera vibra soviética que choca contra el Art Decó.
La música es más molesta, más ruda, más exótica. La protagonista es menos fuerte, quizá incluso débil, pero de una belleza extraña. Los interiores, los decorados, las puertas, las ventanas son alucinantes.
Claro que la sangre en ocasiones luce como pintura Vinci; que los ojos que aparecen en la oscuridad recuerdan una caricatura del gato de Alicia en el país de las maravillas; o que el primo lejano y tosco de Largo, el mayordomo de los Locos Adams, y el niño de trajecito son personajes que se sienten torpemente incluidos. Muy retro, pero sabroso.
Claro que la sangre en ocasiones luce como pintura Vinci; que los ojos que aparecen en la oscuridad recuerdan una caricatura del gato de Alicia en el país de las maravillas; o que el primo lejano y tosco de Largo, el mayordomo de los Locos Adams, y el niño de trajecito son personajes que se sienten torpemente incluidos. Muy retro, pero sabroso.
Los intensidad de los colores y su saturación son puro placer. Claro, si las brujas no son tu tema, o si no te gusta la arquitectura, quizá sea mejor que veas otra película. Yo te recomiendo ver primero la nueva versión y después la original. Lo que le falta a una, le sobra a la otra. Vale la pena ver ambas. (Ab.)
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