El gran calavera - Luis Buñuel (1949)

El gran Calavera está en YouTube. Es de la época de oro del cine mexicano, es una comedia inteligente filmada en blanco y negro, con gran ritmo, que hace reír. La vi por recomendación de Tamara, para preparar el programa del Tronco Común sobre Nosotros los Nobles (2013) que todavía no grabamos. La historia trata sobre Ramiro de la Mata, un jefe de familia que hace pasar pobreza a sus hijos y hermano, para darles una lección y enseñarles que la vida es mejor trabajando. Pero la idea de curar lo huevón quitando lujos, no es de Ramiro, de hecho, este padre abnegado es la primera víctima del plan. La idea es de su hermano el doctor Gregorio de la Mata. Todo inicia con Ramiro durmiendo borracho en los separos de la delegación, el equivalente al Torito de hoy. Desde que perdió a su esposa, vive de fiesta, bebiendo y bailando, por lo que descuida su familia y los negocios. Gregorio, que no recuerdo dónde andaba, vuelve a la ciudad y preocupado por el despilfarro y la salud de su hermano, convence a los dependientes económicos de engañar al macho proveedor para que recupere la cordura.  Gracias a la intervención de Gregorio, la hipócrita familia que se beneficiaba con los excesos de Ramiro, entra en razón y colaboran en el engaño. Se mudan a un muy amplio departamento de vecindad para hacer creer a Ramiro que perdió todo y es prófugo de la justicia. El viejo no es tonto, pronto descubre la trampa, pero recupera la razón y la autoridad para utilizar el numerito a su favor y dar una lección a sus sanguijuelas. 

La historia tiene la virtud de ser simple, porque su elaboración es la que resulta divertida. Vale la pena  subrayar las actuaciones de Fernando Soler y Andrés Soler, así como las de Rubén Rojo y Rosario Granados, todos lucen muy cómodos y naturales. Los hermanos Soler tenían suficiente carisma  y talento para sacar adelante cualquier filme. 

Aunque se trata de una película comercial, la mano de Buñuel, su conocimiento de la Ciudad de México y su crítica a la Iglesia, se notan. El guión invierte buena parte de la película en iniciar el engaño. Muestra los vicios de cada personaje y la única que se salva es la hija que es boba pero no interesada.

La familia es un desastre porque el padre anda mal y sólo cuando el jefe se corrija los demás seguirán el ejemplo. De cualquier manera, la comparación con Nosotros los Nobles es inevitable. A diferencia de su versión moderna, El gran Calavera no tiene tres hijos, sólo tiene a Gustavo y Virginia, pero también cubre los gastos de su hermano Ladislao y la esposa hipocondriaca, Milagros. Tal diferencia hace notar una reducción de la familia, que ahora ya no incluye a hermanos adultos y cada vez se cierra más.

El chiste de la madre bigotona del novio de la niña, para mí funciona en cada ocasión. El vello facial me parece una desgracia incluso para los hombres. El gran Calavera me gusta más que su hija bastarda Nosotros los Nobles. Es cierto que el detalle del español poblano es muy divertido. Pero la boda civil no funciona tan bien como la religiosa. El hijo extra no es tan divertido como el matrimonio del hermano. Y además tiene la primera vuelta de tuerca relativa a Gregorio que hace la historia más natural. 

La comparación deja claro que el supuesto progreso material no ha generado grandes cambios en las conductas cotidianas de los mexicanos. Con dinero bailaba el perro y sigue bailando. La unión familiar depende en buena parte de la derrama económica.  Además, El gran Calavera no cae en la tontería de que los hijos se hagan los ofendidos porque su padre los puso a trabajar. Vale la pena ver ambas.(Ab.)

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