Wasp Network - Olivier Assayas (2019)
La red avispa está en Netflix. ¿Qué pasa con Ana de Armas? ¿Por qué acepta trabajos tan malos? En este filme, al igual que en Sergio (2020) aparece de rubia guapa imbécil e interesada que muestra las tetas y es pareja de Wagner Moura. Me pregunto si así describe el trabajo el contrato. Luce guapa pero hace el ridículo. Dejando a un lado la triste situación de la guapa Ana, la película pretende engañarte para dar un giro de tuerca y sorprender pero no lo logra. Cuba sufrió el bloqueo de USA, y los cubanos en Miami organizaban atentados y actos de terrorismo en Cuba para obligar a Fidel Castro a dejar el poder. Ya que USA no reconocía al gobierno de Castro, permitía los exiliados hacer el trabajo sucio. Para defenderse, Castro creó un equipo de cubanos que desde Miami se infiltraron en las organizaciones anticastristas para controlar sus ataques. Las historia que presenta La red avispa es la de esos cubanos leales a Castro que boicoteaban los ataques de los gusanos. Gusano es un nombre común que se da a los anticastristas. La película tarda mucho en mostrar sus cartas pero el movimiento se adivina desde muy temprano. Y hasta difícil es de tragar que los gringos no sospechen de los desertores.
Ya que la vuelta de tuerca no sorprende a nadie, la historia se siente tibia y sus héroes débiles. La inclinación política de la cinta es evidente, pero es incapaz de interesar. Se entretiene con la historia de amor entre Penélope Cruz y Edgar Ramírez.
El papel del narco para financiar los atentados es inverosímil por la simple razón de que toda la inversión es pagar el boleto de avión de un nicaragüense. Parece que los latinos famosos se subieron al tren cubano sin convicción. La cinta quiere contar mucho pero lo cuenta mal y se desinfla a cada paso.
El guión es malo porque abandona a sus personajes. Por ejemplo, Wagner y Ana al principio parecen piezas claves pero ni siquiera llegan al final de la cinta. Gael García aparece a la mitad, no hace nada y termina siendo irrelevante. Penélope comienza con actitud y de la nada cambia de opinión. Aunque su acento es divertido, el peinado fodongo que le ponen le roba seriedad. Su personaje es tan malo que las hijas le roban cámara.
El personaje principal a cargo de Edgar Ramírez es un patriota que se acostumbra a mentir y después es incapaz de decir la verdad ni para salvar el pellejo. Quiere proteger un régimen que lo benefició, pero lo hace tan mal que termina en la cárcel sin proteger a nadie y jodiendo a su esposa e hijas.
El filme debió invertir menos en aviones y explosiones que no cuentan nada y pagar bien a los guionistas. La película se siente un encargo de relleno para el catálogo B. Quizá la historia es interesante, pero el modo de presentarla es predecible y aburrido. (Ab.)
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