Rough Night - Lucia Aniello (2017)
No vayan a caer en la tentación de ver este bodrio. Ya sé que Scarlett Johansson es un gancho y que da curiosidad ver sus películas, más cuando se supone que se trata de una comedia. El estúpido Covid-19 es mal consejero. Eviten esta cosa cuyo sentido del humor nació muerto. No quiero que se saquen los ojos y por eso se las voy a contar rápido. Scarlett está haciendo campaña (en no importa el sitio) para convertirse en Senadora aunque al parecer no tiene méritos ni trayectoria ni palancas para ello. Además, se va casar con un tarado que luce diez años menor. Sus nefasta amigas de la universidad le organizan una despedida de soltera en Miami. Todo sale mal hasta que sale bien y el filme acaba en boda. Es la versión diluida, pseudo feminista y con cuota racial de The Hangover (2009). De lejos se nota que la hicieron para que Scarlett se luzca, pero lo he dicho antes y lo repito, ella no sirve para heroína de acción. Además sin un buen director, ella no sabe qué hacer. Es una pena que acepte estos personajes cuando nunca tuvo necesidad de hacerlos. Ya no está en edad y se siente incómoda. Quizá está congelada por su relación con Marvel, no lo sé. Aquí se ve torpe y a disgusto.
Lo bueno de la película son dos cosas: 1) la bella presencia de Zöe Kravitz y Demi Moore, y 2) la secuencia en que estas guapas tienen sexo en la playa. Dicha secuencia que no cae en lo obvio, es tan buena y diferente al resto de la cinta, que por un momento pensé que cambiaría de tono y de forma pero me equivoqué. Es una chiripa, así como mi reloj descompuesta da la hora correcta dos veces al día.
Kate McKinnon le pone mucho esfuerzo y hace todo bien pero el guión es un asco. Además se interponen tres cosas muy desagradables, casi vomitivas, en su camino: Jillian Bell, Ilana Glazer y Paul W. Downs. Bastaría uno sólo de éstos para arruinar cualquier filme, imagínate a los tres gritando desesperados por llamar la atención.
Ya lo dije y lo repito, esta cosa es una porquería desagradable que me puso de mal humor. La escritora y directora merece ser mencionada porque se nota que jamás ha contado un chiste en su vida y que no conoce la diversión. Lucia Aniello debe ser una buena amiga de la gente importante en Hollywood, pero es pésima haciendo cine. (Ab.)
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