Gräns - Ali Abbasi (2018)
Criaturas fronterizas (Border) está en cartelera. La historia no te la puedo contar sin echarla perder. Sólo te diré que verás a Tina, Eva Melander, una agente de aduanas que trabaja en un puerto Sueco. Ella es fea y se sabe fea, pero tiene un olfato especial que le permite detectar las emociones de las personas. Su trabajo consiste en detectar a las personas que traen algún tipo de contrabando al bajar del transbordador. Ella es tan hábil que detecta a un tipo con que esconde en su teléfono celular una tarjeta de memoria con material pornográfico de abuso de menores. Evidentemente ella no sabe qué trae, sólo huele vergüenza. Un día se acerca un tipo con un cuerpo muy semejante al de ella y sus sentidos detectan algo malo. Él se llama Vore y no es un turista cualquiera. Tras la revisión que realiza su compañero, ella debe entrar y disculparse con el viajero. El encuentro entre ambos dará pie a un cambio de vida que implica autodescubrimiento para Tina. Ella ha vivido en una mentira. Nada de lo que cree sobre sí misma es cierto. ¿Quién es Tina? ¿Quién es este extraño que tanto le inquieta? ¿Qué esconde? ¿Por qué se siente atraída por él? Si estás pensando en un romance de telenovela estás muy equivocado.
Por encima, la película es una gozadera. Hay placer en ir descubriendo las verdades que estos personajes esconden o desconocen. Es agradable ver una relación sana con la naturaleza. Es placentero ver la relación que construyen con sus miradas. Entre ellos hay una intimidad enorme que conmueve incluso cuando son agresivos.
En el fondo, el filme explora la discriminación, el racismo, los instintos, el contacto con la naturaleza, la crueldad del ser humano, la libertad, la inteligencia, la educación, la credulidad, la confianza, los prejuicios y la reproducción. Esta película tiene múltiples lecturas, pero si tuviera que escoger sólo una, diría que el mensaje principal es: la inteligencia debe evitar dañar a otros.
Vivir en sociedad exige mucho de nosotros, recorta nuestra individualidad. Nos educan para llenar el molde, no somos verdaderamente libres cuando elegimos entre las opciones preestablecidas. Nuestra libertad está tan restringida que cuesta trabajo darse cuenta del engaño. Ser humano, mujer u hombre, implica validar supuestos que pocas personas se atreven a cuestionar. La película plantea estas cosas con gracia y delicadeza, con magia y buen humor. No te rompe un jarrón en la cabeza, no te empuja, lo pone ante tus ojos para que saques tus conclusiones. Si estás muy hipnotizado ni siquiera te darás cuenta de que han plantado en ti, la semilla de la duda.
¿Quienes somos? ¿De dónde venimos? ¿Por qué confiamos tanto en lo que nos enseñan? ¿Estamos viviendo una mentira? ¿Somos eso que nos han dicho que somos? ¿Cuál es el objetivo de mi vida? ¿Yo lo decidí? ¿Yo me he cerciorado de mis creencias más básicas? ¿Por qué creo lo que creo?
Esta película está en muy pocas salas, pero vale la pena hacer el esfuerzo. La recompensa será salvaje, dulce y profunda. Al final quedan ganas de ver una segunda parte. No creo que la hagan. Tú tendrás que imaginar las decisiones que tomará Tina. En mi cabeza, ella viaja a Finlandia y abandona todo lo que tenía. ¿En la tuya? (Ab.)
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