Bikram: Yogui, Guru, Predator - Eva Orner (2019)

En ocasiones uno cae ante la publicidad y el morbo. Eso me ocurrió al entrar a Netflix y ver el póster de este pseudo documental. No resistí la comezón de ver que demonios había detrás del afiche que ves aquí abajo.

Hay algo grandioso en esta ilustración, un tipo que parece un dios hindú sobre el cofre de un auto de lujo, en una postura de yoga, ¿el árbol?, es reverenciado por mujeres atléticas en un sendero de palmeras que me recuerda el video de L.A. Woman de The Doors. Más el enigmático contraste entre las palabras: Yogui, Guru y Depredador. Quizá para ponerlo en términos cristianos debería decir, atleta, maestro espiritual, depredador. Caí redondito.

El filme comienza explicando que Bikram Choudhury llegó a Estados Unidos gracias a que curó de una flebitis a Nixon y ese ex-presidente le envío la green card. Muestra la cara amable de Bikram Choudhury, como un joven de origen humilde, gran atleta, que tuvo la suerte de rozarse con los poderosos y fundar un imperio. Pero conforme pasan los minutos toma otro rumbo y afirma que varias mujeres, que tomaron el curso de formación de profesores, fueron violadas por su ídolo. 

Allí la puerca tuerce el rabo, por que la única prueba que presenta esta cinta es la palabra de las mujeres. No hay un sólo video, no hay un examen médico, no hay una grabación. Sólo es el dicho de las mujeres que denuncian lo ocurrido años después. El documental falla en presentar argumentos jurídicos sólidos, ni siquiera es posible saber si el supuesto delito ya prescribió. 

Por otra parte, no es posible saber si la documentalista estuvo en algún momento en contacto con el acusado. En resumen, Bikram abandonó Estados Unidos para no pagar una buena suma derivada de un juicio que perdió y en California ni siquiera se abrió una investigación de tipo penal.

Está muy bien hacer uso de la libertad de expresión y está aun mejor cuando se utiliza para denunciar a personas que son un peligro para la sociedad. Me parece magnífico advertir a las mujeres y niños del peligro que corren ante ciertos personajes. Pero el intento de documental parece más una estrategia legal para hacer que Bikram pise suelo gringo que una verdadera denuncia.

No soy mujer, no tengo hijas, pero tengo madre, hermana y amigas. Si alguna de estas mujeres de mi confianza, me contara que pagó 11 mil dólares para asistir a un curso para convertirse en maestra de yoga, que un mensajero llegó a su cuarto de hotel a las tres de la mañana para invitarla a visitar al instructor en su suite. Que ella acudió a su habitación para ver películas de Bollywood y de buena fe masajeo al tipo. Pero que más tarde, todos se fueron y ella no alcanzó a salir por estar buscando sus zapatos y su bolso, de modo que se quedó sola con él, fue violada sin recibir un sólo golpe, se despidió del violador dándole un beso en la frente y deseándole feliz descanso. Pensaría que está loca o que me está haciendo un muy mala broma.

Lo mismo pensaría si un amigo me cuenta que pago ciento cincuenta mil pesos por un curso de canto en Miami con Lucía del Sol, una mensajera fue a su cuarto a las tres de la mañana para invitarlo a ver la serie de los Simpson. Él acudió, ella le pido un masaje y después lo violó. 

Esto es lo que plantea el choco documental. Juzguen ustedes. Supongo que es posible, la realidad supera a la ficción. Los famosos enloquecen y hacen cosas raras. Pero todo parece una gran tontería. ¿Puede una persona, sin usar un arma o golpes, violar a otra? Lo encuentro prácticamente imposible. Quizá me falta malicia, pero no tanta como a estas mujeres. Lo peor del documental es un tipo cuya foto no puede encontrar que dice que supo de las violaciones y se suelta a llorar frente a la cámara. Si hay algo de verdad en su declaración, debería suicidarse por idiota.

Yo he tenido maestras que me impresionaron y ganaron mi admiración por su talento, pero si me invitaran a un cuarto de hotel, la primera idea que tendría sería: SEXO. En rojo y con mayúsculas. La segunda sería: HUYE. Debo ser muy mala persona. (Ab.)

Si odiaron esta reseña que no se chupa el dedo, compártanla con quién les haya contado la historia mas descabellada.