Ford v Ferrari - James Mangold (2019)

Contra lo imposible está en cartelera y aunque no sepas nada de autos vale la pena. Te lo digo con la autoridad moral que me brinda no saber sobre automovilismo y sentir un desprecio total por las carreras. Ni gratis gastaría mi tiempo en asistir a una carrera de autos. Prefiero padecer frío y lluvia en una corrida de toros o asistir una función de cine de seis horas. Sin embargo, este filme sabe usar el tema para contar una historia de amistad, trabajo en equipo y creatividad humana, al tiempo que denuncia la psicología de las grandes empresas. El filme es tan bueno que ví mujeres soltando la lágrima al final de la función. La historia se mueve siguiendo la relación de Carroll Shelby y Ken Miles, interpretados con gracia y carisma por Matt Damon y Christian Bale respectivamente. Shelby ganó en 1959 Las 24 horas de Le Mans y diseñó autos buena parte de su vida. Yo sólo conocía el nombre gracias al Shelby Mustang y el Shelby Cobra, pero no necesité saber más. Jamás había escuchado de Ken Miles y la cinta me presentó al personaje. Por otra parte, deberías saber que Henry Ford fundó la Ford Motor Company, inventó la cadena de producción y tuvo gran éxito con el Ford T. Resulta conveniente que sepas que Enzo Ferrari fue el fundador de la marca que lleva su apellido y que Lee Iacocca pasó de Ford a Chrysler y es un genio de la mercadotecnia. Con eso tienes para entender todo perfectamente.
El filme muestra que el hijo de Henry Ford es un viejo papanatas engreído y mamón que no gusta de estar a cargo de su empresa y que confía en otros para mantener su fabrica de dinero andando. Amenaza a sus trabajadores que en ese momento armaban el horrible Falcon. Es un lépero que se rodea de gente nefasta como Leo Beebe para no tener que ensuciarse las manos. No obstante, cuando escucha las ideas de Iacocca, decide comprar Ferrari. Enzo utiliza la oferta de Ford para asociarse con FIAT y envía un mensaje al gringo. Esto pica el orgullo de Henry Ford II que en un arranque de falso orgullo decide competir con Ferrari con la idea de humillarlo y vengar la supuesta ofensa. Desde su nube de prepotencia, Henry piensa que basta comprar personas y cosas para cumplir su capricho en tres meses. Gracias a ese arranque, Iacocca recluta a Shelby y también, indirectamente, a Ken Miles para el proyecto.
Shelby es quién da la cara y soporta los malos tratos de los directivos de Ford. Shelby es ingenioso y logra cierta autonomía para su empresa. Miles, excelente piloto y mecánico está quebrado, ama a su esposa e hijo y recibe la oferta con cierta desconfianza. Es un apasionado por los autos, de modo que vence su rechazo por 200 dólares diariosMiles se enemista con Leo Beebe. Los amigos aceptan el encargo de Ford, y Beebe comienza a presionar para sacar del proyecto a Miles. Shelby apuesta todo para mantener a su amigo en el equipo porque reconoce su talento, entrega y compromiso. Juntos logran esquivar las tonterías y trampas de los ejecutivos de Ford para elaborar  un coche que venza a Ferrari. 
La película falla en mencionar cómo es que Beebe logra el éxito con Bruce McLaren a la par que Shelby y Miles. Pero dejando eso a un lado, resulta entrañable porque además de lograr ponerte en el asiento del piloto, te transmite el riesgo que corren los corredores y la complicidad propia de la gente que trabaja día a día en algo que disfruta. Todo es contado con una fotografía cálida y luminosa, con buena música y un ambiente que te lleva a los sesentas.
Creo que el punto fuerte de la trama recae en la confrontación de la gente creativa con la burocracia, sea privada o pública. Las organizaciones desechan gente valiosa por el simple hecho de no ser estúpidos. Es evidente que las personas con talento no están hechas de la misma materia que los burritos de carga, pero su personalidad intimida a los dirigentes. La inteligencia es rechazada y la mediocridad es premiada. Los patrones se sienten a salvo con gente gris que no representa ningún reto. 
Queda muy claro el contraste entre Ford y Ferrari. Ford vive de las ideas de otros, usa a los humanos en una línea de producción y no siente ningún respeto por su producto, sólo se interesa en el dinero. Ferrari se enorgullece del trabajo artesanal que implica la construcción de sus autos y quedó casi en la quiebra por ello. Ese mensaje es tan claro que Enzo se burla del naco Henry por ir y venir a Le Mans en helicóptero y se quita el sombrero ante Ken Miles para reconocer su trabajo y su triunfo. 
Resulta extraño que Enzo no se haya interesado en contratar a Shelby y a Miles. También es raro que pesé a toda la mierda que tuvo que tragar Shelby no haya mandado a la mierda a Ford y buscado el apoyo de otra empresa menos nefasta. Nunca he tenido ni tendré un Ford, lo digo con orgullo. Pero no puedo evitar preguntarme ¿Por qué hay tanta gente sin alma que dedica su vida a chingar a otros?
Se cayeron de chiquitos y se les soltó un cable o quizá su madre nunca los amamantó. Quizá simplemente son gente envidiosa que se siente ofendida por el talento que no tienen. Siempre hay que estar alerta y cuidarse de esos bichos lamebotas. ¿Alguien sabe por qué es más famoso McLaren que Miles? ¿Acaso Ford se empeña en olvidar los nombres de sus empleados rebeldes? En resumen, el filme sirve para conocer de automovilismo, gozar una historia, reflexionar sobre la vida y pasar un buen rato. Yo con eso soy feliz. (Ab.)
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