Frozen II - Chris Buck & Jennifer Lee (2019)

Antes de hablar sobre Frozen II, quiero decir que, como hombre adulto, asistir solo a una sala de cine llena de señoras con niños, es un poco incómodo. Sin embargo, me había comprometido a verla y cumplí mi palabra.  Sobre la cinta, debo decir que apagué el cerebro y pasé un buen rato. Incluso me sacó las lágrimas tanto amor entre hermanas. Me fastidió la música, pero nada grave. Fue hasta llegar a mi casa que comencé a darme cuenta de que había sido engañado por Disney, muy sabrosamente, pero engañado. Por cierto, la ví en español. Si has visto alguna reseña, ya sabes que visualmente es muy rica, que hay muchos personajes para hacer juguetes y que sobran canciones. Por eso, intentaré centrarme en la historia.

Frozen II es un viaje de pareja dispareja en el que ambas hermanas logran el autodescubrimiento, refrendan su amor y sanan el daño causado por el abuelo. Sin embargo, la historia se desparrama por todos lados de manera muy superficial. No logra concentrase en nada. Por ejemplo: el enemigo. A ratos parece interior, es el llamado de la esencia de Elsa; después se vuelve exterior, los elementos y la presa; y por momentos es omnipresente, una mezcla entre los instintos reprimidos y el conjunto total de la naturaleza. Si el antagonista no está bien definido, tampoco queda clara la razón de la lucha o las aventuras. 

Al comienzo, Elsa lucha por domesticar a tres elementos: el viento visualizado con unas hojas que revolotean; el fuego encarnado en la salamandra; y el agua que toma forma de caballo. Pero si esos elementos son la naturaleza, y ella es un elemento más, no tiene sentido que luchen. Si la idea es recuperar el equilibrio, pelear con todos los elementos en ningún caso podría ser bueno. 

Cabe señalar que se olvida de la tierra, identificada con los gigantes de piedra que serán molestados por Anna y que son tan tontos y mal perfilados que se encabronan y se calman sin motivo aparente. Parece que sólo desean dormir.

Si Elsa fuera humana sería lógico que se sintiera intimidada y buscara dominar los 4 elementos, pero ella no es humana. Elsa es un quinto elemento y su relación con los otros cuatro debería ser armónica, de cooperación, nunca de superioridad. Nunca entendí qué carajos es el quinto elemento y cuál es el límite de sus poderes. Si es el hielo o la nieve, es agua, no tiene sentido que batalle tanto con las olas, ni con el domo de niebla. La niebla es agua. Pero los guionistas olvidaron ese detalle. El hielo, la niebla, el mar y la nieve son agua, con memoria pero agua. Si el quinto elemento es el frío, tendría que ahbaer un sexto elemento. Y si fuera el amor, sería estúpido que el amor luche o domine por la fuerza.

Los 4 elementos no tienen razón de luchar con los humanos, ni tendrían que molestarse por sus obras, ellos están más allá del bien y del mal. La sola acumulación del agua hubiera bastado para fisurar la presa o desbordarla; un sismo hubiera acabado ella. Pero supongo que los ingenieros del reino eran mejores que todos los que hoy se titulan.

Lo peor de todo el asunto es que Olaf sea un filósofo preocupado por los cambios y la vejez. Da la impresión de que tenían una historia que no les convencía y le fueron sumando, moviendo y ajustando hasta que lograron algo que aprobaran los ejecutivos de Disney y la muestra del público objetivo (¿Cuál es?). 

El resultado es un merengue que ningún niño podrá descifrar, con algunas bromas mediocres, un montón de incongruencias, exceso de cantos e imágenes lindas. Insisto si apagas el cerebro, como yo hice, quizá llores, pero si lo enciendes te vas a encabronar. Pensándolo bien, creo que Elsa es tan mandona porque le hace falta sexo y su hermana andaba preocupada por la misma razón. (Ab.)
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