Plagi Breslau - Patryk Vega (2018)

Las plagas de Breslavia está en Netflix. Es una buena película inspirada en Se7en (1995) ambientada en Polonia que obliga a reconocer las semejanzas entre polacos y mexicanos. Breslavia es una ciudad con mucha historia a 350 km de Varsovia, en la que, según la película, hubo seis asesinatos famosos durante una semana, semana de las plagas, en el siglo XVIII.  La cinta muestra que alguien está reproduciendo esas muertes y cada una está castigando una conducta incorrecta, del mismo modo en que John Doe castigaba los pecados capitales en Seven. Las semejanzas no terminan allí, hay una cabeza involucrada, el asesino planea todo hasta el último detalle y la idea de que los asesinatos sean ejemplo para otras personas no se queda en teoría. Las muertes son muy creativas y originales. Quizá lo malo de la presentación de cada nueva víctima es que las dos primeras son más impresionantes que las siguientes.  Es notorio que el director admira a David Fincher pues también hay detalles que recuerdan a La chica del dragón tatuado (2011). 

La realización muestra el esfuerzo invertido para lograr algo espectacular pero cae en detalles que muestran la falta de práctica. La cinta se siente apresurada y las acciones no tienen el tiempo suficiente para causar la debida sorpresa. 

Por ejemplo: los caballos corriendo por la ciudad son bellos y significativos, pero la secuencia se nota mal montada. Los transeúntes siempre deciden colocarse frente al caballo y saltar de último momento sobre el cofre de un auto. Además, el caballo parece haber cruzado ya el puente y de pronto está otra vez casi al principio para dar tiempo a que la detective Helena se coloque frente a él. 

Otro detalle muy notorio es que la protagonista es muy exagerada en manera de actuar. Siempre está muy molesta y hay momentos en que eso resulta contrario a la trama. Son detalles, pero cuentan.

Los polacos y los mexicanos somos muy semejantes. Ya lo había notado cuando ví el Decálogo (1989), pero cada vez me convenzo más. Todos los vicios de la sociedad mexicana son evidentes en los personajes polacos. Nunca he visitado ese país y ahora me dan ganas de ir sólo por morbo. Creo que es mala idea y que quizá me salga el tiro por la culata, pero muero de curiosidad. Basta ver el comportamiento de la reportera y el procurador para sentir la similitud de carácter. De algún modo extraño, la película es un documento de denuncia de la corrupción que llega a todos los rincones del sistema. Triste pero familiar.

En resumen, las ideas son las correctas y aunque la historia está bien pensada, la realización tiene fallas de ritmo y edición. Quizá en manos de un director experimentado hubiera logrado ser algo importante. Por desgracia, sus virtudes no logran que olvidemos sus defectos. Buen intento, buena apuesta, mucho mejor que las que se hacen en México. Te invito a darle una oportunidad. (Ab.)

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