A.I. Rising - Lazar Bodroza (2018)

¿Conoces a Stoya? Sí, exacto, la guapa actriz porno. Ella protagoniza esta película serbia y es el gancho para que veas esta cosa extraña. Sí, la ves desnuda, pero la has visto antes así. Si quieres ver este filme para ver un porno tuve vas a quedar decepcionado. La película, en mi opinión, ni siquiera habla mucho de la inteligencia artificial a que se refiere el título. En realidad, la aventura espacial sobra. El asunto aquí es mostrar una relación con todos sus elementos incluido el sexo, y analizarla hasta que no queda nada. Pero claro, la relación esta traqueada porque la mujer no es humana y porque en toda la nave no hay nadie más. Es un experimento de laboratorio que exhibe el comportamiento egoísta de hombres y mujeres. De hecho, el guión tropieza en más de una ocasión y tiene que corregir sobre la marcha porqués la hembra es un androide, hay miles de cosas que carecen de importancia. A pesar de la música aburrida y las tomas oscuras y lentas, la película golpea con dos o tres cosas que valen la pena.

Los humanos vivimos insatisfechos principalmente porque lo que queremos no es lo que necesitamos. El hombre recibe un androide cuya conducta es manipulable con un control remoto. Más dócil o más ruda, más necia o más lista. El fulano la programa y, en lugar de disfrutar a tope, se empieza a mal viajar con tonterías. 

El sexo más importante de lo que nos gusta admitir, pero la salud mental es más importante que el sexo. Decía un maestro, el que no tiene sexo está enfermo y se dedica a chingar. Exactamente así pasa en el filme. El hombre soporta todo menos que le nieguen el coito. No lo puede buscar en otro lado, así que todo se va al carajo. Estar encerrados es tortura. De modo que el sujeto inventa una historia de amor con su juguete. De pronto la quiere liberar de sepa usted qué carajos. Ella es una máquina.

El amor de pareja es exhibido como un capricho imposible. Cuando dices amar, lo que más quieres es que tu amado te ame. No quieres amar, quieres ser amado. No buscas entregarte, buscas que se entreguen. El asunto debe ser, al menos en teoría, recíproco. No importa si eso hace infeliz al otro o si simplemente no es capaz de sentir amor. El amor es la locura más peligrosa. Es un sentimiento que no va a ninguna parte, es un egoísmo sabroso, el pretexto perfecto que todo justifica.
La cinta además parte de la base de que toda conducta humana es predecible y de que somos violentos sin remedio. No entendí por qué alguien tendría la fantasía de violar a un robot. Se me hace el colmo de la imbecilidad o del trauma psicológico.
Insisto, este filme hace agua por todos lados y tiene muchísimos errores. El más evidente, si quieres que la misión triunfe mandas dos androides. Sin embargo, me obligó a analizar mis ideas sobre las relaciones de pareja. Estoy seguro que un juguete así de lindo y divertido me entretendría mucho rato. Pero quizá el mensaje es que los humanos odiamos a los humanos. Queremos algo que nunca podremos obtener, principalmente porque buscamos fuera lo que deberíamos encontrar dentro. (Ab.)

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