Akira - Katsuhiro Ôtomo (1988)

El futuro no transcurre en una sola dirección. 
Tiene que haber uno que nosotros podamos elegir.
 –Kiyoko (#25). 
Comenzaré con una breve reseña, porque me parece que Akira vale la pena verla sin saber mucho de su contexto o de qué va, para discutirla e interpretarla libremente. Estrenada en 1988, Akira es una película animada japonesa, basada en el manga del mismo nombre y dirigida por su coescritor: Katsuhiro Otomo. Después de la Tercera Guerra Mundial, en Neo-Tokyo, un miembro de la pandilla motociclista “los Cápsulas”, choca contra un esper (ser capaz de usar telepatía) que anteriormente había sido liberado de un laboratorio secreto. Pero el gobierno logra encontrarlo y convencerlo de regresar, no sin antes también llevarse al pobre chico que comenzará a experimentar los síntomas del nuevo poder que crece en su cuerpo. 
Primer punto, me gustó. La animación es hermosa cuando tiene que serlo y grotesca cuando así lo necesita, pero de ninguna manera incómoda. ¿Cómo puede ser una animación incómoda? ¿Han visto la serie The Problem Solverz (2011)? Eso es incómodo. La historia es el clásico “chico sin poder que de pronto lo obtiene”, pero qué les digo, sus dos personajes principales caen muy bien y casi no cojea, además que hay varias cuestiones político-religiosas que dan más realismo a la cinta, igual que su violencia gráfica, no se dejen engañar porque sea animada, esto no es Disney. Y hablando del ratoncito capitalista, si el ritmo que maneja esta compañía y Hollywood en general te gusta mucho, es posible que títulos como Akira, Mi vecino Totoro (1988) o El cuento de la princesa Kaguya (2013) puedan aburrirte porque optan por un ritmo más tranquilo, que puede ser muyyyy lento para los acostumbrado a los putazos continuos de Marvel (yo). No digo que tenga algo de malo uno u otro, a mí de hecho me gustaron las tres mencionadas, pero me costó trabajo no adelantarle, además, mis papás se durmieron en todas ellas por “aburridas”. ¿O tal vez eso es cosa de viejos? No lo sé. Aquí concluye la mini-reseña.
Lo que escribo a continuación es puro choro para los que quieran saltarse la película pero saber más o menos qué pedo, o simplemente quieren matar su tiempo de cuarentena. ¡ADVERTENCIA! Prácticamente resumo toda la película porque ésta es mi interpretación de la misma. 
Al inicio vemos la ciudad futurista de Neo-Tokyo que, algo extraño, no dista mucho de la realidad. Digo extraño porque a pesar de haber sido ambientada en el lejano 2019, no vemos autos voladores por doquier, ni una ciudad limpia llena de árboles holográficos o perros paseados por robots, algo que Volver al futuro (1985) sí hace y mucho, a pesar de haberse alejado sólo hasta 2015. Pero me estoy desviando. En Neo-Tokyo, lo primero que nos presentan es a dos bandas de motociclistas, los Cápsulas y los Payasos, que se persiguen para matarse, literalmente, nada de “sí se cae de la moto date por satisfecho”, no, ahí van a lo que van. Y por su afán de liquidar a su enemigo, Tetsuo Shima, un Cápsula, choca contra un ser extraño que podría pasar como un niño, pues tiene la altura de uno, pero su piel es verde y arrugada. Tetsuo no lo sabe, pero está frente a frente con Takashi (#26), un esper que hace poco fue liberado y presenció el asesinato de su liberador. Si esto no fuera ya sorprendente, después que su pandilla lo alcanza, el ejército desciende y obliga al resto de los Cápsulas a ponerse contra el piso, mientras un Coronel y otro esper, Masaru (#27), convencen a Takashi de regresar y se llevan a Tetsuo para estudiarlo. 
A partir de aquí, pueden estar seguros que las pandillas quedarán de lado y poner atención será vital para no enredarse. Hacen pruebas a Tetsuo y se descubre que el mismo poder que tienen los esper, de alguna forma también está en él, pero puede salirse de control. Mientras tanto, los Cápsulas fueron a parar a la comisaría donde logran librarse y a una chica, Kei, que llama la atención de Shōtarō Kaneda, el líder de los Cápsulas y mejor amigo de Tetsuo. Kaneda acaba de involucrarse con Kei, una revolucionaría miembro del grupo que había liberado a Takashi. Mi mayor problema con esta película es que preguntas como: ¿Cómo supieron los revolucionarios que existían los esper y dónde los tenían? ¿cómo hizo uno para entrar y salir, si más adelante vemos lo difícil que es? ¿acaso Takashi lo ayudó? No tienen respuesta en las dos horas de película. Y yo sé, sé que no es el foco de la trama, que sólo ambienta, pero ese es exactamente mi problema, parece que la revolución existe para dar la excusa de que un esper fuera liberado y hubiera más conflicto con la policía. Realmente nunca llegué a considerar a Kei y su lucha algo justificable, simplemente porque no hubo justificación más que “reformas fiscales” (?) Supongo que el punto es apoyar la revolución porque siempre hay qué, ¿no? Como sea, ni motociclistas, ni revolución. La película trata sobre seres con poderes psíquicos y lo fácil que es perder el control de tales facultades. Especialmente si eres un idiota que nunca superó sus traumas de ser un seguidor, sí, hablo contigo Tetsuo. 
Después de ayudar a Kei, el restos de los Cápsulas vuelven a la escuela y se preocupan porque Tetsuo todavía no aparece. Pero esa misma noche, Tetsuo logra “escapar” del mismo edificio donde están los esper y va con su novia, a quien le dice que deben irse de ahí, para lo que necesitan la veloz moto de Kaneda. La roban, la montan, los Payasos los persiguen y lo golpean, los Cápsulas los alcanzan y los salvan, y Tetsuo experimenta una serie de visiones que más adelante se harán realidad. Puse “escapa”, porque mientras él está ocupado con sus visiones, el ejército vuelve a llegar; es decir que lo tenían vigilado, así que seguramente lo dejaron ir para ver qué hacía y seguirlo monitoreando sin despertar sospechas. Pero el ejército nunca ha sido muy listo, y deja a varios testigos del segundo secuestro. El Coronel pide al Consejo que invierta dinero en la posible destrucción de la ciudad que de alguna forma involucrará a Akira, o eso ha predicho Kiyoko (#25), la última de los esper. Pero el Consejo, harto de gastar recursos en el ejército y los esper, se niegan a dar un centavo, además que «No se ha demostrado que Akira causó la última guerra mundial», como dice un hombre del Consejo. Puede parecer un poco random que aparezca una escena así, pero les prometo que así es. La película es básicamente un montón de escenas que lentamente se unen a otras hasta que al final todo tiene sentido, y por eso exige toda tu atención. Sí quieres jugar a la doble pantalla, mejor ve La bella durmiente (1959). Mientras tanto, Kaneda acompaña a los revolucionarios, quienes ya habían escuchado el rumor de que otro niño fue llevado al hospital (es que tienen a un soplón por ahí, ya saben) y logran infiltrarse como electricistas, sin sospechar que unos pisos arriba hay una lucha entre los esper y Tetsuo, ya harto de ser tratado como conejillo de Indias y en busca de respuestas sobre lo que le pasa. 
Tetsuo es un personaje trágico. Huérfano, incapaz de ser algo más que un seguidor pero con ansias de líder, por lo que, a la primera oportunidad, no duda en demostrar cuán poderoso se ha vuelto, pero, en el fondo, está asustado de lo que puede hacer y más de no poder detenerse. Es entonces que escucha el nombre de Akira y piensa que puede ayudarlo, así que le saca su ubicación a Kiyoko y se va volando para liberarlo, pues por años lo mantuvieron congelado debajo del concreto que ahora sirve como base para el nuevo estadio olímpico (un detalle muy curioso y gracioso, es que Tokyo no fue elegido para ser sede de las olimpiadas 2020 hasta 2013). Tras una persecución, explosiones, muertes y por supuesto traición en el camino, Tetsuo logra llegar al estadio olímpico y desenterrar a Akira, quien fue destruido en algún punto de la historia y sólo se conservan algunos restos. El único momento de toda la película que me hizo reír. Parece que todo este show fue por unos tubos de conservas. Otra pelea se desata entre Kaneda y Tetsuo, el primero sólo armado con una pistola láser que puede derribar, más no herir a Tetsuo, quien, cuando está por matar a su amigo, recibe un disparo de un satélite que desintegra su brazo. Con esto, Tetsuo pierde el poco autocontrol que tenía y se dirige al espacio para destruir el satélite, sin importarle los destrozos que eso pueda causar. Hasta este punto, la película entretiene a pesar de su ritmo que expliqué antes, pero, si ya estás acostumbrado o aguantas como campeón, en las siguientes escenas vas a recibir la recompensa, o castigo, por eso. Y es que el final de la película es uno que te hará amarla por darte un mar de teorías, u odiarla por no ser clara. 
Solo entre los escombros del estadio, excepto por Akira, Tetsuo pierde el control de su poder que comienza a deformarlo hasta dejarlo más parecido al slime (ya saben, ¿ese juguete de Mattel que haces con crema de afeitar y resistol blanco? Bueno, slime) que a un humano. Dentro de este slime podemos escucharlo gritar por ayuda a Kaneda, una escena bastante desgarradora. Como dije, Tetsuo es un personaje trágico, y aquí podemos apreciarlo en todo su esplendor. Escuchamos a un chico horrorizado que sólo quiere que todo termine para recuperar el control de su cuerpo que ha hecho tanto mal, entre lo que se encuentra matar a uno de sus ex compañeros, pero no puede. Está atrapado y su único pecado, la única razón por la que sufre este destino, fue chocar con Takashi. Mientras Kaneda está atrapado en el slime que antes era Tetsuo, este también avanza hacia las piezas de Akira, frente a las cuales los tres esper están arrodillados y parecen inmunes a los gritos del Capitán que les pide irse (ah sí, ellos también están en escena). Los esper logran romper los contenedores de los restos de Akira y este, mágicamente, se reconstruye hasta ser un niño que ya habíamos visto en las visiones de Tetsuo. Akira saluda a sus amigos y parece liberar una energía que ahuyenta el slime para después atraparlo y destruirlo. Tetsuo pide ayuda a Kaneda, quien, fiel hasta el final, se mete a la esfera asesina de luz; y aunque Takashi le había advertido no hacerlo, ya sea por deber u otra cosa, él mismo también entra después de decirle a su compañeros esper que «Él no tiene nada que ver con esto», palabras al parecer inspiradoras, ya que Masaru y Kiyoko, también entran para salvar a Kaneda y mostrarle un último sueño de Tetsuo, sobre el día que ambos se conocieron (díganme si esto no es trágico, Tetsuo estuvo apunto de matarlo y su último sueño es del día que se conocieron, del primer día que Kaneda lo defendió, ¡por eso era el líder!). 
Quiero hacer una pausa aquí. Tetsuo tiene toda la película este sentimiento de inferioridad por ser el “segundo”, que a mí parecer es muy estúpido. Ey, si naciste para seguir, pues acéptate y continúa, no todos podemos ser líderes, así no funciona el mundo. Hay lobos, hay ovejas, y hay pocos que podrían ser ambos, pero Tetsuo, querido, ¡tú eres una puta oveja! Continuemos. Los esper también aprovechan de revelar su origen en experimentos del ejército (esto realmente me decepcionó, pensé que serían alienígenas o seres superiores nacidos naturalmente, en fin). Juntas las energías de los esper, destruyen parte de Neo-Tokyo y aparentemente crean un nuevo universo para ellos; un lugar donde podrán elegir su futuro, porque, como dicen, ya dieron el primer paso. Interpretaciones de esto y otros detalles (sí, me faltaron detalles), hay muchas, y tal vez algunas estén aprobadas por los creadores, pero mi conclusión personal es que Akira, al ser piezas, necesitaba de la energía y cuerpo de Tetsuo para volver a existir, por eso le dio esas visiones y despertó en él, el poder para liberarlo. ¿Pero realmente eso significa que Tetsuo se fue? No lo creo. Por la última frase de la película me parece que sólo se transformó y es él, en esencia, el nuevo universo. «Yo soy Tetsuo». ¿Tú qué opinas? (SO)

Si no has tenido suficiente de Akira, puedes revisar otra reseña si das click Aquí.

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