Akira - Katsuhiro Ôtomo (1988)

El niño que no sea abrazado por su tribu, 
cuando sea adulto, quemará la aldea
 para poder sentir su calor.  
Proverbio Africano.

Akira es cyberpunk disponible en Netflix. Es una adaptación de un manga del mismo nombre. Es una experiencia salvaje que mezcla alucinaciones, peleas de motociclistas, una revolución, experimentos genéticos, religión, niños con superpoderes y el más alto grado del espíritu. La película se construye vertiginosamente y dosifica la información, por lo que resulta difícil conectar las piezas. La primera secuencia es clave, se ubica en Tokio el 16 de julio de 1988 y muestra una explosión que arrasa la ciudad dejando restos de carne desparramada. La segunda secuencia se ubica en Neo Tokio en 2019, 31 años después de la Tercera Guerra Mundial. Esa es la narrativa oficial.  La tercera secuencia es el cráter que quedó en lugar del viejo Tokio. A continuación, la TV de un bar brinda un poco de contexto. NeoTokio está en crisis, hay manifestaciones violentas en las calles y quizá terrorismo provocados por reformas fiscales. El ejercito y la policía colaboran para intentar conservar el orden. Las secuencias antes descritas son muy importantes para entender el final. (Si no has puesto atención necesitas volver a empezar.) En el bar está Kaneda, estudiante, de entre 15 y 17 años, con una moto perrísima que se puede conducir en reversa. El joven es el líder de una pandilla que pelea con otra llamada los Clown.  Su amigo y protegido, Tetsuo, es parte de su grupo, pero Kaneda lo trata como si fuera inferior y hay conflicto entre ellos al más puro estilo padre-hijo. Por otra parte, un hombre herido arrastra a un niño azul y es perseguido por perros. La policía tiene bloqueada las calles, los manifestantes incendian autos. En un tiroteo el hombre es acribillado y el niño azul grita asustado. El grito provoca un desastre y el niño desaparece. La violencia entre policías y manifestantes se desata. En la autopista, las pandillas continuan peleando. Tetsuo alcanza a un Clown y lo golpea. Un momento después choca con el niño gris. Se muestra el número 26 en la mano del chico. Los militares se llevan al niño y a Tetsuo que está herido. La policía arresta a Kaneda y al resto de la banda. 

Tetsuo es incluido en los experimentos del ejército. La cinta muestra a tres niños avejentados que tienen poderes:  Kiyoko (25), Takashi (26)  y Masaru (27). Ellos sienten la presencia y el poder de Tetsuo. Kiyoko tiene visiones sobre el futuro y descubre que Neo Tokio será destruido. Tetsuo después de ser incluido en los experimentos sufre alucinaciones. Esta información y más es expuesta en la primera media hora. Tetsuo se conecta con Akira sin conocerlo. Después sabremos que  Akira es el 28 y que él causó la explosión en 1988.
Vi esta película una primera vez y sólo puede quedarme con la trama a grandes rasgos. Tuve que verla dos veces e investigar para sentir que había logrado comprenderla. Hay detalles importantes a cada momento. Un dato curiosos es que la cinta predijo que Japón sería anfitrión de los Juegos Olímpicos en 2020.

Aunque el inicio suena muy complicado, la película no lo es. La esencia de la historia es que Tetsuo, que siempre ha sido un cobarde y envidia a Kaneda, gana poder continuamente. Su poder crecerá hasta ser incontrolable. Kiyoko, Takashi y Masaru se unirán a Akira para controlar a Tetsuo. El problema es que avanza demasiado rápido y no hay tiempo para asimilar la información. Además, algo se pierde en la traducción. No sabía nada de esta cinta y sufrí sintiendo que la información se me escapaba.
Esta película es un referente, si la ves notarás que la moto del protagonista de Ready Player One (2018) es copia de la de Kaneda. También descubrirás que la serie Stranger Things copia los experimentos militares con niños (Eleven) y los superpoderes que se despiertan en ellos. Los niños son vistos como armas que deben mantenerse bajo control.
En el momento de su estreno causó gran impresión, la animación era muy elaborada y utilizaba violencia extrema. La música suena tribal pero es muy intensa y refuerza la sensación pesada del sucio y gigantesco Neo Tokio. Sin embargo, creo que lo importante de la película es su mensaje. La idea es: La falsa civilización asesina el espíritu.
La cinta muestra que el progreso tecnológico es un engaño que está evitando la evolución. Se explica que la vida ha avanzado. Fue una amiba, luego un pez, después un mono, ahora un hombre que debe aspirar a ser energía pura. Ese crecimiento ha sido eliminado como objetivo de la humanidad. Somos consumidores, maquinaria, piezas de ajedrez. Ya no somos humanos preocupados por nuestro progreso. La humanidad perdió el rumbo y debe recuperarlo. De nada sirve que Spielberg te copie las formas si el mensaje se pierde. Akira requiere mucha atención pero vale la pena el esfuerzo.  Si aun te quedan dudas, quizá te ayude la reseña de Ghost in the Shell (1995). (Ab.)

Si te gustó esta reseña, siéntate a ver la película y  después trabaja en tu espíritu. Si no has tenido suficiente, revisa otra reseña dando click Aquí.





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