Ready Player One - Steven Spielberg (2018)

Ready Player One: comienza el juego está en Amazon Prime. Todo el mundo habló de esta película del gran director Steven Spielberg y yo me resistí a la ola. No la ví. Ahora, la veo y recuerdo algunos comentarios críticos que señalaban la conveniencia de que cinco de los personajes fueran vecinos y la aún más increíble coincidencia de que hubiera una pareja de jóvenes heterosexuales de edad similar que pudiera enamorarse. Es cierto, eso es demasiado bueno para la trama pero ni los documentales son 100% objetivos. Es decir, el director manipula la historia para poder emocionar. No es ese el principal defecto de la cinta, ni tampoco el hecho de que el genio detrás de Oasis parezca haber nacido en 1969 y no en 1990. Es decir si el año es 2045, la cultura pop que refleja el juego parece demasiado vieja. Todo parece desfasado al menos 20 años. Aunque estoy seguro que ya alguien explicó ese detalle, debo insistir en que los videos de juventud e infancia no eran tan comunes cuando yo era niño.

La película entretiene y quizá sea bueno buscar uno de esos videos en YouTube para detectar todos los huevos de pascua. No es el objetivo de esta reseña. Lo que me importa señalar es que Vine fue reemplazado por TikTok. Es decir, en la actualidad una app, puede ser reemplazada por otra y por eso no logro entender el afecto que los personajes sienten por Oasis. Fácilmente abandonaría Twitter o Facebook, por aplicaciones que hicieran exactamente lo mismo con excepción de filtrar y controlar la información que recibo. Twitter fue magnífico mientras dejaba fluir libremente el TimeLine. Ahora es una perra pesadilla que apoya a quienes pagan. Facebook nunca fue tan bueno.

Aterrizando el argumento, pienso que una compañía con todos los recursos puede fácilmente crear su competencia o cambiarse el nombre. El PRI lo hizo en el pasado. No resulta lógico que un CEO desconozca este tipo de estrategias de uso corriente. 

Oasis podía ser sustituido por Palm, por ejemplo, digo Palm porque me gusta el sonido. De modo que la necedad de vivir atado a una marca, me parece una tontería semejante a lo que México vive con la FIFA. ¿A quién le interesa ser parte de la FIFA? Es fácil notar que el boxeo no se siente atraído ni limitado por una sola organización. Ejemplos hay muchos. 
Para mí el error en Ready Player One es esa estúpida necedad de sentirse atado a la marca Oasis. Tan grande es la tontería que arruina el final. Spielberg se muerde la cola, sabe que lo lógico es destruir Oasis, pero le faltan huevos. Sale con la tontería de dejarlo descansar dos días de la semana. Buenos días, Steven, despierta. Otra plataforma crecería para llenar el hueco que abres. Hay misceláneas cada dos cuadras y el director piensa que si cierra dos días nadie creará una aplicación que aproveche el espacio.  Por favor. Incoherencia total. 

En resumen, puedes entretenerte días con referencias y si apagas el cerebro puedes pasar un buen rato. es necesario pasar por alto todos los errores que una empresa de billones de dólares no se permitiría cometer, para disfrutar la cinta. ¿Crees que alguna de las apps que usas no conoce tu rostro? Steven debe tener muy buen corazón o debe ser muy ingenuo o debe cobrar muy bien por hacernos creer que en el mundo todavía hay gente buena. (Ab.)

Si te gustó esta reseña paranoica, compártela con alguna señora que haga enfrijoladas con la guía de Anahí.

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