The Matrix - The Wachowski Brothers (1999)
Que difícil es hablar de una película que disfrutaste tanto y que, en lo personal, marcó una época. Cuando se estrenó The Matrix fue algo totalmente novedoso y salvaje. Me puso feliz porque decía cosas que yo pensaba y sentí que verla era casi como haber logrado una epifanía. Es decir, no sé qué sueñan hoy los humanos, pero yo tenía esa sensación de que todo era falso. No había manera de comprobar que otros ven el amarillo del mismo modo que yo, ni si para todos huele exactamente igual la canela. En pocas palabras cada cabeza es un mundo. Pero aunque en la mente de cada persona se forma un universo privado; no hay posibilidad de saber si se trata de un maravilloso mundo en expansión o de una prisión a la medida. Los Wachowski dan su explicación a lo largo de tres películas. Aunque en Matrix sólo abren el debate. La posibilidad de escapar no es real, las grietas están puestas a propósito. Ni siquiera es posible saber si lo que sabemos es real, hablar de liberar la mente me parece deseable pero iluso.
Descartes dijo Cogito ergo sum. Pienso, luego existo; cuando menos en el mundo de la ideas, pero no sé si soy un esclavo que mira sombras en una caverna o si existe la verdadera libertad. Nadie sabe cómo llegó, nadie recuerda cuándo nació ni si tuvo o no una vida anterior o si su consciencia salió directamente de las tinieblas.
El cuerpo, sea real, fabricado o imaginado, determina buena parte de nuestros pensamientos. Un ave no piensa lo mismo que tú. Tampoco una vaca. No tendrían motivo para hacerlo. El hombre es el hombre y sus circunstancias. Así Neo pasa de tener una vida gris, a vivir la vida loca. El viaje del héroe versión 2.0, no consiste en salir de casa para ir a buscar un anillo; abandonas la realidad cotidiana para entrar al siguiente nivel en el que la respuesta eres tú mismo.
Matrix fue en su momento un alucine que implicó romper las barreras de la imaginación y la mercadotecnia. ¿Recuerdas el alboroto por el letrero de la cerveza Sol en la estación del metro? Todos soñamos con aprender Kung Fu en dos minutos o en descubrir cómo pilotear un helicóptero mientras bebemos un café.
Todos escuchamos que Uri Geller doblaba cucharas con la mente, todos buscamos la iluminación. Quizá Matrix abusó de su suerte y los rumores de una parte 4 terminen con un fracaso financiero. Quizá no. No importa, la primera, la original, la hecha por los hermanos, es maravillosa.
Verla 20 años después de su estreno es agridulce. Por una parte agradeces la filosofía, por otra te tuerces de risa al ver que mientras suenan cuatro disparos cae una lluvia de casquillos. Matrix está plagada de errores físicos así, si te tropiezas podrías explotar, quizá tu hígado es tan alto en grasas que las convirtió en combustible fósil. Por otra aparte, resulta ambigua la muerte de Reagan. Es decir, sabemos que fue presidente de Gringolandia, pero quizá su muerte fue en otra versión de la Matrix.
Estoy seguro que ya la viste, pero estoy seguro que si la ves de nuevo, te vuelves a emocionar. Por cierto, me parece que The Matrix no es otra cosa que una adaptación del Kybalion. Si no conoces ese libro, te lo recomiendo. (Ab.)
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