Ghostland - Pascal Laugier (2018)

Pesadilla en el infierno o Incident in a Ghostland está en Amazon Prime. La busqué porque un youtuber la mencionó como una de sus películas de terror favoritas y comentó que era difícil de entender. ¡Santa madre de dios! Para empezar, la película difícilmente puede ser llamada de terror y si te cuesta trabajo entender esta cinta es porque sólo has visto cine tipo Rápido & Baboso. La película es bastante clara y carece de complejidad. Es una historia lineal. Todas las pistas de lo que, supongo, confundió al youtuber están en pantalla. Además es una historia bastante pobre de un par de asesinos con algún problema mental y sexual, que toman una casa y hacen sufrir a las habitantes adolescentes de la misma. Es decir, el clásico cliché aburrido del loco que disfruta torturando a una mujer. Así de simple y plano. Si algo tiene de disfrutable está película es la producción. Creo que se tomaron el tiempo de armar una casa con un estilo peculiar que ellos consideran francés. Lo mismo daba si hubieran decidido que fuera japonesa o mexicana, pero por algún capricho eligieron está decoración que yo llamaría barroca. 

El hecho de que la producción este bien lograda, no añade mucho a la trama. De hecho recordé que la serie True Detective hace algo similar, aunque mejor logrado, y supongo que esa serie fue inspiración para esta cinta porque el uso de muñecas, los tonos grises en la fotografía  y el malo parecen sacados de aquella serie. 

No les voy a mentir, vean la primera temporada de True Detective y olvídense de este filme que utiliza el tema sin aportar nada. El director justifica la fantasía de la protagonista, pero se queda corto en contenido. Se agradece que no caiga en las trampas de la mujer empoderada, pero el filme se siente del montón.

El trabajo de las actrices pasa por lo físico y se notan las ganas. La historia es verosímil. El guión no parece cojear. Y sin embargo, la película no dice nada. Está bien hecha, es un buen ejercicio, pero nunca espanta y falla en crear empatía. No me gustó, no la recomiendo, pero todo monstruo tiene su público. Si se animan y les gusta comenten sus razones. (Ab.)

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