Captive State - Rupert Wyatt (2019)
La rebelión está en Amazon. Se trata de una película que me causó mucho estrés. Se supone que es el año 2028 o algo así. Los extraterrestres llegaron a la Tierra hace diez años, tomaron el control y nos utilizan como esclavos porque ellos viven bajo la superficie en unas madrigueras que nunca vemos. Disponen del gobierno humano y se encargan de mantener el orden a través de humanos. Se dice que el desempleo y los delitos ya no existen, todos tienen un lugar en la sociedad. Sin embargo, los extraterrestre se están robando los recursos naturales y cuando terminen no quedará planeta para vivir. Hay descontento, pero nada grave. Hace años hubo un atentado y la versión oficial dice que fracasó. Hoy hay un grupo de rebeldes llamado Fenix que quieren intentar otro ataque a los visitantes. Se está preparando el nuevo golpe. Será pequeño porque somos inferiores, pero la idea es nunca dejar de luchar. El filme se concentra en Chicago, el resto del mundo parece estar bajo control. A pesar de la historia interesante, la trama requiere de muchos jugadores y en ocasiones resulta difícil de seguir. La fotografía verdosa y oscura resulta cansada. La música de ritmo acelerado termina afectando y dan ganas de apagar la televisión. Este filme exige atención por parte del espectador, si te cansas te vas a perder. Te recomiendo verla de día. El final es apenas sugerido, si no parpadeas tendrás que ver de nuevo los últimos diez minutos.
El paralelismo entre la clase política ladrona y los extraterrestres es evidente. Los líderes son seres que no se mezclan con los humanos, sólo reciben a unos cuantos y a través de ellos envían instrucciones. Nada está a discusión, su fuerza los mantiene a salvo y garantiza que su voluntad se ejecute.
Los humanos se subordinan y acatan las reglas. John Goodman interpreta a William Mulligan, un policía que persigue a la rebelión y que está decidido a atraparlos. Ashton Sanders es Gabriel Drummond, el hermano de un rebelde muerto convertido en leyenda. Gabriel busca escapar, hay rumores de que al otro lado del Lago Michigan las cosas son diferentes. Pero el policía lo tiene vigilado y frustra sus planes.
La privacidad ha muerto, cada persona tiene un localizador en el cuerpo y esa información se apoya con la multitud de cámaras. Todo está en el sistema, incluso tu ritmo cardiaco. Es decir, faltan un par de años para que estemos así de controlados. espérate y verás. Solito vas a pedir que te pongan el chip rastreador.
Quizá este filme no es el más agradable para ver por el momento. Si ya estás sumergido en la campaña de miedo que los medios de comunicación masiva difunden sin descanso sobre el coronavirus, mejor mira otra cosa. Si con la amenaza de una enfermedad curable nos pueden encerrar en nuestras casas, sin policía ni candados. Si pueden manipularte con una campaña con enormes huecos para que salgas a hacer compras de pánico, imagina lo que lograrían un par de naves espaciales volando sobre tu ciudad. Esto es sólo un ensayo. Acuérdate de mí. Los humanos somos naturalmente cobardes y crédulos. Gracias a Dios hay algunos dispuestos a defenderse. (Ab.)
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