The Mule - Clint Eastwood (2018)
La mula es una película tan sutil y con tanto oficio que la primera impresión es engañosa. Cuenta la historia de Earl Stone (interpretado por Clint Eastwood), un viejo coqueto que se dedica cultivar flores, pero cuyo negocio ha perdido clientes. Earl está quebrado y por casualidad le ofrecen trabajar para un cártel de narcotráfico transportando droga. Earl afirma que sólo lo hará en una ocasión, pero al ver su paga decide no perder el contacto. Su hija y su ex esposa le guardan rencor por haber estado ausente en los momentos importantes de sus vidas. Sin embargo, la nieta siempre le ha tenido cariño y todavía le tiene buena fe. Gracias a sus nuevos ingresos, el viejo puede cumplir algunas promesas y comienza a reparar la relación con su familia. Buena parte de la película vemos al viejo gozando de la carretera y de la música que lo acompaña. El tipo sabe que su apariencia lo protege y que la policía nunca desconfiaría de un veterano de guerra. De hecho, es sabido que los narcos estaban usando como mulas, no sólo a viejos, también a mujeres con hijos, que aceptaban hacer viajes con una maleta extra.
El negocio dura más de diez viajes, hasta que un imprevisto obliga a Earl a decidir entre seguir en el negocio o atender a su familia. No les voy a decir en qué termina el filme, pero salí un poco decepcionado. Me pareció que Mr. Eastwood había hecho la película sólo para divertirse. De cualquier modo es disfrutable y se pasa ligera.
El humor del filme recurre a prejuicios de todo tipo incluido un machismo bastante burdo. Además, el elenco trabaja en personajes que han hecho mil veces: Andy García es capo ególatra y carismático; Michael Peña se encasilla en agente de la DEA; Bradley Cooper y Laurence Fishburne repiten roles de policías tal y como los han hecho antes.
Sólo ahora que escribo la reseña puedo apreciar cosas que me pasaron de largo. La película te obliga a sentir que el trabajo que realiza Earl es un trabajo honesto, no hace mal a nadie y no debería ser penado. De modo que el filme aboga de manera sutil por la legalización y en el camino crítica el puritanismo y la miopía sociales. Hay varias escenas que muestran al comercio de droga como un trabajo cualquiera que puede hacerse con estilo; sólo es negativo en las manos de personas naturalmente violentas o estresadas.
Esta película es una bofetada para la DEA que subestima la inteligencia de los narcotraficantes y que está en el negocio de justificar su chamba con base en detenciones absurdas. Yo creo que este filme vale la pena y que puede dar pie a reflexiones interesantes. (Ab.)
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