Misconduct - Shintaro Shimosawa (2016)

Si se te antoja quedarte en casa, ver en Netflix una historia llena de clichés que no lleva a ningún sitio y parece querer sorprenderte, estás de humor para ver Misconduct. El elenco apantalla: Anthony Hopkins, Al Pacino, Malin Akerman & Julia Stiles. Un millonario, un secuestro e intriga. ¿Qué tan malo puede ser? Ya le diste play y aparece el siempre soso Josh Duhamel. Zas. Para compensar aparece una guapa que se ve medio loca: Alice Eve. Te prometen un triangulo amoroso y una escena de sexo. Nada. Puras tonterías. Incluso Julia Stiles se ve sobreactuada. La música parece sacada de una mala serie de TV. Un hombre que parece japonés hace de malo. Ya reconociste todos los ingredientes que preparan un bodrio, la decepción se agazapa para saltar sobre tu cuerpo tumbado en el sillón. El morbo te mueve. Deberías apagarla, pero quieres saber hacia dónde va este monstruo torpe y baboso. La loca muere, imaginas otra teoría, el héroe te aburre, bebes un café, le pones pausa, vas al baño, regresas, Pacino está fuera de tono. Todo es ilógico, parece una farsa teniendo sexo con una telenovela en posición del misionero. Si esto fuera una película porno terminaría en boda. 

La tensión es nula, el malo hace ochos sobre su motocicleta. ¿Qué significan los ochos? ¿Es el símbolo del infinito? ¿Se supone que el bueno debe intimidarse? ¿Todo es un complot? La trama se viene abajo. No hay nada. Es basura. El ansiado final llega. Ya estás buscando qué ver y el recuerdo del monstruo se esfuma. ¿Cuál era el título? (Ab.)