The Call of the Wild - Chris Sanders (2020)

El llamado salvaje es una adaptación fresa y tierna del libro de Jack London. Al parecer, la obra original es bastante cruel y entra en detalles rudos sobre la vida del perro. La película prefiere irse ligera y no abusa del sufrimiento. Muestra de manera ágil que el perro Buck pasa de ser un consentido en la soleada California a ser el líder de un equipo de perros de trineo en Yukon, Canadá. Por último, lo lleva a romper los lazos con los humanos y formar parte de una manada de lobos. En la cinta, aunque Buck es una mezcla de San Bernardo y Scotch Collie, continuamente aparece la imagen de un lobo negro para representar el instinto natural del perro. Al principio, la imagen del perro generada por computadora no convence, pero conforme avanza la trama uno se olvida de la apariencia del can y se concentra en la aventura. Antes de ver este filme había visto algunas críticas y coincidían en una calificación apenas superior al 6. Mis expectativas eran bajas y salí muy satisfecho, más de 8 si tuviera que dar una calificación.

Lo primero que llamó mi atención es lo natural que se siente Omar Sy en su papel de cartero y lo guapa que luce Cara Gee entre tanta nieve. Harrison Ford ni fu ni fa. Supongo que hace buen trabajo porque jamás opaca a Buck. Es decir, el perro siempre manifiesta su carácter protagonista y los humanos son actores de reparto. 

Aunque en la historia domina la fantasía, las reglas de su universo no son muy lejanas a las de la realidad y nunca cae en tonterías absurdas. Lo más alocado es que el perro logre intimidar a un oso, pero lo acepto porque no viene solo y no está en riesgo la vida de un osezno.

El encanto de los perros es tan familiar que hasta los más analíticos sentirán cariño por el buen corazón del perro justiciero que se vuelve salvaje. Es natural que los humanos veamos características propias en nuestras mascotas y quizá por eso la historia de Buck convence cariñosamente. 

El ritmo de la película es el adecuado, las partes que se omiten del original no se echan de menos y uno agradece que el filme no dure más. Lo malo es que el perro es al mismo tiempo muy humano y muy salvaje, nunca se siente consistente su transformación. La duda razonable es si un perro como Buck y un lobo, por ser especies diferentes, pueden convivir y aparearse. La lógica indica que no, pero el corazón quiere creer. Si tienes hijos la van a adorar. Si ya tienes perro llévalos, si no, evítalo. Después del cine seguro van a querer uno. (Ab.)

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