Cam - Daniel Goldhaber (2018)
Cuenta bloqueada es un filme extraño para ver en Netflix. Puede que te guste o que lo odies, pero tiene fuerza. Cuenta con el apoyo del morbo para mostrar la historia de Lola, una joven que tiene un blog en vivo en el que hace de todo por dinero. El pago lo recibe a través de propinas que caen en un chat que forma parte del blog. Cuando digo todo, es todo. Desde brincos inocentes hasta fingir un suicidio, incluyendo nalgadas y algunas peticiones sexuales. Lola está logrando escalar en el gusto del público y cuando llega a las cincuenta mejores alguien le roba su cuenta. Es decir, alguien sigue actuando como Lola pero no es ella. El usurpador no sólo luce exactamente igual a ella, también recrea un cuarto idéntico al suyo. Contrario a lo que yo imaginé, la cuenta es robada para hacerla crecer, no para destruirla. Es decir, el ladrón hace que Lola siga subiendo, ganado dinero y admiradores. Y allí tuve el primer tropezón con la película. No queda claro si Lola pierde su dinero. Lo lógico sería pensar que al robar su identidad, también roban sus ahorros. Pero Lola nunca se queja de eso, parece tener dinero suficiente y hace varios gastos. Da la impresión de que su malestar es únicamente por haber perdido su identidad. Claro, que alrededor de eso tiene problemas con su familia, aunque nada verdaderamente grave.
El resto del filme vemos a Lola buscar y encontrar el modo de recuperar su identidad. Cuando lo logra, lo hace de un modo casi bobo, salvaje pero bobo. No parece que Lola tenga ningún poder sobre el ladrón y no se entiende porque el interesado decide devolver la identidad robada.
A pesar de ese momento flojo, resulta que Lola aprendió de su mala experiencia. No aprendió a dejar el trabajo y el dinero. Aprendió que para hacer esa chamba debe proteger su identidad. Así que la moraleja es demasiado realista. La gente no cambia, sólo perfecciona sus métodos.
A pesar de que hay escenas que parecen de relleno y algunos diálogos que no sirven para mucho, la película atrapa. Además señala los peligros de estar subiendo fotos y videos de todo lo que haces. Hoy en día es posible hacer videos de personas que ya murieron o fingir declaraciones de cualquier persona.
La película no se arrepiente y no te dice que te vuelvas un ermitaño. Por el contrario, te dice, aprende y hazlo mejor la próxima vez. Aunque no quedé feliz, la cinta me parece un intento muy interesante que puede ser mejorado. Además, tuvo la gracia de presentarme un mundo que desconocía. Eso siempre se agradece. (Ab.)
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