3 Men and a Baby - Leonard Nimoy (1987)

Ver nuevamente esta película, que marcó mi adolescencia, fue muy extraño. Yo soñaba con tener un departamento; pintarle un mural y vivir entre fiestas con amigos. Pero ni por un segundo me dieron ganas de tener hijos, aunque supongo que ese es el mensaje de la cinta. Me recuerda esas películas en que un perro es el héroe y al salir del cine quieres ir a adoptar uno. Pero creo que el mensaje es puesto de modo nefasto. La madre de Jack escupe a su hijo una frase horrible: "Algunas personas viven toda su vida sin tener algo tan maravilloso como esto (la bebé) para justificarlo." Es decir, si no tienes un hijo tu vida no tiene sentido. ¡Gran estupidez! Aunque un instante después le dice que no hará nada para ayudarlo. ¡Genialidad! Pero ya me adelanté. La historia es la de tres hombres que comparten un departamento. Son solteros, heterosexuales y felices. Peter, arquitecto; Jack, actor; y Michael, dibujante de cómics. Por alguna razón que no se explica, quizá para ahorrar, viven juntos. Tienen trabajo y dinero, viven en Manhattan, dan fiestas, son guapos y no tienen que disculparse con nadie. Las mujeres se sienten naturalmente atraídas a ellos y ellos disfrutan de ser el centro de atención. Una maravilla.

Jack viaja a Turquía y les dice a sus amigos que le enviarán un paquete. Al día siguiente Peter descubre una canasta con una bebé y asume que ese era el paquete. Realmente no tiene opción, la nota dice que Jack es el padre; así que en un instante tienen que acomodar su vida para cuidar de la niña. Aunque piensan que la situación será temporal, ponen todo su esfuerzo en descubrir la manera correcta de cuidar a un bebé.

Otro paquete llega al departamento de forma menos directa, como no lo están esperando, nadie lo toma en cuenta. Después alguien aparece para recoger el paquete y los hombres entregan a la niña. Obvio, todos los narcos reciben bebés  ajenos cuando van a buscar heroína. Peter se percata de que cometió una imbecilidad e intenta arreglar el asunto pero cae la policía. Tengan en cuenta que esto es una extraña especie de comedia romántica, así que todo es bobo y alegre. Las situaciones se resuelven sin balazos ni muertos. Jack volverá a casa  e intentará que su madre le ayude a cuidar a la niña, pero todo sirve para adoctrinarnos y meternos en la cabeza que no hay cosa más bella y feliz que cuidar un bebé. No lo sé Rick, parece falso.

La cinta ha envejecido un poco mal, así que ahora todo luce demasiado simple y optimista. Algunas secuencias se sienten lentas y aburridas, y el espacio (el departamento) resulta confuso. Es imposible hacer un mapa mental de la distribución del mismo porque está saturado de paredes innecesarias. 

No creo que ningún hombre heterosexual haya decidido adoptar después de ver este filme, por eso creo que la cinta se siente torpe. Quizá sólo demuestra que tener un bebé implica muchísimo trabajo y que una persona sola sucumbiría a la locura. Todos necesitamos ayuda. Pero no digo más porque la liga de las madres solteras puede molestarse. 

Por otra parte, las secuencias inicial y final del mural me parecen magníficas. El estilo del dibujo me parece art deco. Incluso me recuerda el estilo de Miguel Covarrubias. Aunque claro, tiene ese toque gringo con bailarinas de Las Vegas. La cinta tuvo mucho éxito e hicieron una secuela. Eran raros los ochenta. Si nunca la viste, anímate. (Ab.)

Si te gusto esta reseña, compártela con una mujer.