Rocketman - Dexter Fletcher (2019)

Rocketman es la película que tiene como hilo conductor una parte de la vida de Elton John. Si vas sin expectativas te encontrará con una película musical muy bien realizada en la que se cuentan los tropiezos de un hombre que logra convertirse en una estrella de rock. Pero, si acudes al cine con la idea de encontrar algo parecido a Bohemian Rhapsody (2018) vas a salir muy decepcionado. Al final de esta reseña volveré sobre el tema de la comparación, por el momento sólo hablaré de Rocketman. En este filme es posible sentir la voz y presencia de Elton John, se nota su mano, es él quien cuenta los hechos importantes que marcaron su vida y que sirven para dar contexto a sus canciones. Es decir, no se trata de un documental, no es  una mirada objetiva de un tercero, ni del retrato idealizado de un músico exitoso realizado por un admirador. Este filme es una biografía parcial y novelada, en la que Elton John tiene el valor de mostrarse como un hombre con todos sus defectos. En los primeros minutos, el filme enlista las adicciones de su protagonista, y no sólo eso, Elton miente y muestra sus sentimientos, su dolor. En otros momentos enlistará sus logros y dirá que hoy es feliz, pero eso será casi al final. Elton no huye de su pasado, no lo esconde. Por el contrario, acepta haber sido un perfecto idiota con muchos problemas emocionales y eso le da pie a mostrar qué hizo para salir adelante. Si algo queda muy claro, es que Elton le puso atención a los consejos que recibió. Jamás dice haber inventado el hilo negro, cada cosa que hizo fue siguiendo un consejo.  Elton tiene talento y también, buena suerte.

Taron Egerton (el mismo que hizo las películas de Kingsman)  hace un maravilloso trabajo. Lo mismo puedo decir del niño Matthew Illesey, de Bryce Dallas Howard y de la abuela Gemma Jones. Además debo decir que roba cámara el bikini rojo de la espectacular Sharmina Harrower.

La cinta recoge buena parte de la música de Elton pero termina en 1983 con "I'm Still Standing". Aunque extrañé "I Don't Wanna Go on with You Like That" el filme te da la oportunidad de disfrutar de "The Bitch Is Back", "Saturday Night's Alright (For Fighting)", "Your Song", "Crocodile Rock", "Tiny Dancer", "Honky Cat", "Rocket Man" y "Bennie And The Jets", entre otros éxitos. Por cierto, el cantante no olvida incluir escenas para agradecer a Elvis Presley, a John Lennon e incluso a The Who, tocando "Pinball Wizard".

La ropa y los lentes de Elton han sido siempre su marca y la película reconstruye con precisión esos detalles. Bernie Taupin, el letrista de las canciones de Elton, es una testigo silencioso que se queda mucho tiempo fuera de cámara. Sin embargo, Elton hace mención específica de su amor y agradecimiento por este compañero de viaje que coincide en su gusto por una canción que no había oído jamas: "Streets of Laredo".

Si no conoces las rolas o no significan nada para ti, es posible que la película te resulte un poco triste e incluso pesada. Aunque la historia está bien contada, siempre he pensado que la música de Elton es melancólica y eso resulta un poco contraproducente. 

Rocketman es un buen filme, con una historia de crecimiento bien armada, buenas actuaciones, buena música y momentos emotivos. No es casualidad que el protagonista inicie vestido de demonio y termine casi desnudo abrazando a su niño interior. 

COMPARACIÓN 

Quizá por la cercanía en el tiempo o debido a que el director Dexter Fletcher aparece como productor de Bohemian Rhapsody (BR), la odiosa comparación es inevitable.  Rocketman cuenta la historia de un artista casi de manera autobiográfica, una persona que se reconoce como un hombre lastimado que supo salir adelante. BR es una historia contada por un tercero, con el cuidado de no resultar demasiado escandalosa o irrespetuosa, con un enfoque más comercial que tiene el claro objetivo de vender discos. Rocketman habla de un hombre vivo, BR de un hombre muerto. 

En mi opinión es mejor película Rocketman, pero BR tiene la enorme virtud de lograr que salgas de la sala de cine cantando por días. Aunque son tan diferentes como la música que presentan, las dos valen la pena. (Ab.)