Cet obscur objet du désir - Luis Buñuel (1977)

Ese oscuro objeto del deseo es un filme que atrapa. Debo confesar que mi mente cochambrosa se imaginaba otra cosa y que durante años evite ver este filme. Me imaginaba algo porno y la sola idea de ver porno hecho por un español me parecía desagradable. Jamás he visto pornografía española, así que era puro prejuicio. Gracias a la fuerza invisible de la curiosidad, me animé a ver esta magnifica película que tiene apenas un par de desnudos. Lo primero que llama la atención, es que no sabes hacía dónde va la historia. Al parecer tiene algo que ver con un crimen y con una serie de atentados terroristas realizados por un grupo que en su nombre incluye las palabras "Baby Jesus". Lo segundo que causa sorpresa es que un personaje llamado Conchita es interpretado por dos guapísimas actrices: la elegante Carole Bouquet y la sexy Ángela Molina. Al parecer hay varias teorías de por qué dos mujeres tenían que hacer el personaje, pero no las leí. Lo más lógico, pienso, es que nos hace notar que el personaje masculino, Mathieu, no está interesado en una mujer en especial; por el contrario está obsesionado con el sexo de una joven cualquiera y se convence de estar enamorado para justificar su capricho. No quiere dar una mala apariencia, prefiere pasar por idiota que por pervertido. 
El fulano es tan nefasto que no conforme con ser comportarse estúpidamente, goza haciendo un recuento de sus tonterías a cualquiera que le pregunte, incluso una niña. Aparentemente, el fulano quiere dar vuelta a la página, concluir el asunto, escapar. Así nunca se ha resuelto nada y un perro viejo difícilmente aprende suertes nuevas. 
Si bien la historia contada es superficial en apariencia, lo cierto es que se alimenta de los miedos más profundos del ser humano. Nos da miedo el amor, la soledad, la vejez, la infidelidad y el ridículo. Pocos se salvan de estos monstruos que nos acechan. 
Buñuel ya había tratado estos temas en Belle de jour (1967) y aquella película marcó la mente de un montón de hombres. Aquí retoma los temas con más humor y entrega una obra magnífica, más accesible. Esta fue su última película y se mantiene vigente a más de 40 años. 
La rata en la ratonera, el costal, la cubetada de agua. Buñuel mete detalles magníficos, signos o símbolos, que reiteran lo que vemos en pantalla. Es un divertido y sexy clásico que vale la pena ver. (Ab.) 



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