Remember - Atom Egoyan (2015)
Recuerdos secretos es una muy buena película que ya puedes ver en Netflix. Vi este filme sin saber quién era su director y reconocer el nombre al final de la cinta me sorprendió. Hace ya algunos años, en las ediciones de la Muestra Internacional de Cine, pude ver Family Viewing (1987), Speaking Parts (1989), Exótica (1994) y The Sweet Hereafter (1997). No recuerdo gran cosa, pero tengo buena impresión de ellas. Quizá sea necesario volver a verlas. Esta cinta es un poco más comercial y digerible que las mencionadas. Yo no soy un fanático de las películas de Auschwitz, me parece que se ha abusado del tema. Sin embargo, este filme toma la idea y la utiliza para hacer una película que recuerda a Memento (2000) y en la que los judíos no son la víctima. En resumen, tras la muerte de su esposa Ruth, Zev Guttman, un viejo con demencia senil, se lanza a la aventura de encontrar a un Nazi para vengar a su esposa y su amigo.
En el fondo la película trata sobre la fragilidad de la memoria y del cuerpo, sobre el poder de la mentira, sobre el control de armas, sobre el odio y el racismo, sobre la manipulación y sobre la chueca idea que se tiene de los viejos.
Dean Norris, el mismo que hizo a Hank en Breaking Bad, un tanto encasillado en agente policiaco, se luce como hijo orgulloso de un Nazi. Christopher Plummer es el viejo lobo que se lanza a la aventura. Martin Landau es el amigo estratega. Bruno Ganz tiene una breve intervención. Todos cooperan a que no haya un minuto aburrido en este filme.
Además de todo. El humor y los contrastes forman parte importante del filme. El viejo sabe tratar a los niños y es capaz de viajar a Canada y de allí a Reno pero no puede encontrar un cuarto numerado en un edificio.
El hombre es el lobo del hombre, no necesitamos de monstruos ni de espíritus ni de nada. Si este mundo es el infierno, es gracias a nuestra propia mano. En lugar de ver Godzilla, vean esta gran película en casa. (Ab.)
En el fondo la película trata sobre la fragilidad de la memoria y del cuerpo, sobre el poder de la mentira, sobre el control de armas, sobre el odio y el racismo, sobre la manipulación y sobre la chueca idea que se tiene de los viejos.
Dean Norris, el mismo que hizo a Hank en Breaking Bad, un tanto encasillado en agente policiaco, se luce como hijo orgulloso de un Nazi. Christopher Plummer es el viejo lobo que se lanza a la aventura. Martin Landau es el amigo estratega. Bruno Ganz tiene una breve intervención. Todos cooperan a que no haya un minuto aburrido en este filme.
Además de todo. El humor y los contrastes forman parte importante del filme. El viejo sabe tratar a los niños y es capaz de viajar a Canada y de allí a Reno pero no puede encontrar un cuarto numerado en un edificio.
El hombre es el lobo del hombre, no necesitamos de monstruos ni de espíritus ni de nada. Si este mundo es el infierno, es gracias a nuestra propia mano. En lugar de ver Godzilla, vean esta gran película en casa. (Ab.)
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