Secretary - Steven Shainberg (2002)
La secretaria es una cinta que sorprende. La vi cuando se estrenó y no había vuelto a encontrarla. Tenía el recuerdo de que se trataba de era una buena película con un toque sexy. Maggie Gyllenhaal no me parece la mujer más guapa del mundo y sin embargo, su interpretación me había cautivado. Hasta cierto punto, temía volver a este filme por el miedo de echar a perder la buena impresión que tenía. Espantado, pero convencido de que pasaría un buen rato, puse el DVD. Sí, todavía quedamos algunos que compramos DVD. No recordaba casi nada del inicio y todo me pareció nuevo. Los escenarios tiene una vibra extraña, un poco triste y me da la impresión de que la oficina huele a curry. Maggie Gyllenhaal es Lee Holloway, una joven tosca, recién salida del hospital psiquiátrico, que se corta para sentirse viva. Busca trabajo para escapar de su casa, ya que vive con un padre alcohólico y una madre superaprensiva. Su ropa y su arreglo personal muestran timidez y baja autoestima. James Spader, Mr. Grey, es un abogado obsesivo compulsivo, obsesionado con su apariencia, es muy exigente con su personal y desecha secretarias continuamente. La trampa para ratones es un espejo de la situación.
Ella llega justo a tiempo para suplir a una secretaría que sale del despacho malhumorada. La relación laboral que comienzan se va transformando lentamente en otra cosa. Son muy diferentes, quizá complementarios. Los dos encontraran en el otro algo que los satisface. Evidentemente todo irá bien hasta que vaya mal y tendrán que poner las cosas en su sitio.
La magia del filme nace en la extraña incomodidad que sus protagonistas manifiestan. Los gestos de ambos revelan el trasfondo de manera sutil. Lo interesante es que no estamos ante Fifty Shades of Grey (2015), aquí nada es plano.
Detrás de las apariencias hay cosas que debemos intuir y que no se explicarán. A fin de cuentas lo importante no es el sexo. Lo importante es que cada ser humano es distinto, cada uno tiene su lado oscuro, su necesidad de dolor, su manera de relacionarse con los otros.
Este filme es sexy, claro está, pero no se trata de soft-porn. En esta película, lo sexy implica lo psicológico, lo físico y lo social. Sus personajes nos permiten observar sus pensamientos. Ellos buscan satisfacer las expectativas de su entorno social, quieren ser entendidos y quieren ser vistos. No quieren ser un par de locos inadaptados. El filme nos permite observar como se deshacen del disfraz que los restringe.
Si en 2002 este filme fue una bomba, hoy es aun mejor, es un adorable y espeso concentrado de lo políticamente incorrecto que hará rabiar a más de una mujer. Filmes como éste evidencian la locura de querer uniformar al ser humano. Si ya lo viste, vale la pena verlo de nuevo. Si no lo has visto, seguramente entrará a la lista de tus favoritos. (Ab.)
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