Close - Vicky Jewson (2019)

Netflix apuesta por las películas de acción. Lo hace con Polar (2019) y con Escolta (2019). En este caso, el gancho es Noomi Rapace, encasillada en roles de ruda desde que hizo a Lisbeth Salander en las películas de la serie Millenium. El inicio es muy bueno, presenta a Sam en acción mostrando el entrenamiento que ha recibido y su capacidad para ejecutarlo eficazmente. De la secuencia y del cariñoso título se deduce que el personaje de Rapace es una mujer con que trabaja como guardaespaldas de lujo. 

Después conocemos al personaje de Sophie Nélisse, Zoe Tanner, una heredera cuyo padre murió recientemente, su madre se suicidó hace años y sólo cuenta con su madrastra y acciones que no puede tocar. Ellas serán la pareja de toda la película.

La guapísima Indira Varma es Rima, la malvada madrastra que quiere controlar la compañía heredada a su hijastra rebelde. La acción es buena, las peleas, las persecuciones y la defensa de la casa son atractivas. Todo funciona muy bien excepto la historia. 

Resulta que Sam tiene una hija que dio en adopción y que se comunicó con ella, eso sobra. Sam además tiene un novio que no ve y que morirá durante el filme. La madrastra malvada quizá no sea tan malvada, quizá sí. Todos estos adornos emocionales sobran y hacen que el filme tropiece y caiga en tonterías innecesarias.

Me parece correcto y loable dar forma a los personajes, pero no siempre es necesario intentar conexiones emocionales profundas, sobre todo cuando no son motor de las acciones. La simple avaricia bastaba para que todo caminara perfecto. El final es malísimo, ocupa muy poco tiempo pero me desencantó. 

Si te animas a verla, me cuentas qué piensas del final y si te  arruinó la película o si simplemente no te estorbó. Por cierto, las pelucas que usan son malísimas. (Ab.)