Ingmar Bergman - Vermächtnis eines Jahrhundertgenies - Felix Moeller, Margarethe von Trotta & Bettina Böhler (2018)
La 65 Muestra Internacional de Cine comienza el próximo viernes en la Cineteca Nacional. Buscando a Ingmar Bergman es un documental que forma parte de dicha muestra. El filme es una serie de entrevistas con actores y directores, así como familiares del director, al que se suman fragmentos de algunas de sus películas y de grabaciones realizadas en el set de filmación o en el teatro. Me parece que el documental comienza muy formal, muy tieso y hacia el final se va relajando. Es una cinta que interesará más a la gente del cine que al público en general. A pesar de ser muy interesante, se siente un poco lento y definitivamente carece de humor. Reconozco que las voces en sueco y alemán me resultan fatigosas y que, cuando entrevistaban a alguien en francés, me volvía el alma al cuerpo.
La vaca sagrada del cine sueco es una presencia pesada que la gente trata con reverencia. Aunque al final se concentran en su vida personal y su psicología, cuando lo hacen es demasiado tarde y se siente como una falta de respeto.
Una de las actrices que trabajó con él se lanza la puntada de decir que Ingmar Bergman le parecía un pobre diablo que pensaba las cosas demasiado. ¡Zas! Eso duele. Claro que todo el mundo sabe quién es Bergman y nadie recuerda a la vieja loca.
El tipo es calificado como un niño que se encerró en su clóset a jugar. ¿es eso un halago? No lo creo. Otros dicen que le deben todo y que su obra fundó el lenguaje cinematográfico.
El acierto radica en mostrar muchos puntos de vista diferentes. Sin embargo, el filme me pareció aburrido, después de una hora, con vergüenza, revisé mi reloj para ver cuánto faltaba.
Los chismes sobre sus mujeres, hijos y nietos me parecen tonterías, lo importante es que nos acerca a la obra del cineasta. Yo tan sólo he visto El séptimo sello (1957) y algunos fragmentos de Persona (1966) y Gritos y susurros (1972). Después de ver el documental me dan ganas de ver Fanny y Alexander (1982), Las fresas silvestres (1957), La hora del lobo (1968), El huevo de la serpiente (1977) y Saraband (2003). Obvio también quiero ver las que no he visto completas.
Quizá hubiera disfrutado más del documental si hubiera conocido las cintas del sueco. Quizá sólo me hizo falta un chocolate o un dulce. Espero que esta reseña les sirva para decidir si la buscan o no. Creo que siempre vale la pena ver algo diferente. (Ab.)
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