Alanis - Anahí Berneri (2017)

El próximo 16 de noviembre comienza la 65 Muestra Internacional de Cine en la Cineteca Nacional. Una de las películas que presenta es Alanis. Se trata de un cinta de esas que nadie quiere ver. La historia cuenta un par de meses desagradables de la vida de una prostituta en en Buenos Aires. ¿Ya la imaginaste? Una muchacha de veintitrés años trabaja como prostituta en un departamento. Allí vive con una amiga ya entrada en los cincuenta y su bebé de año y medio. Lo primero que pasa es que les cae una inspección provocada por las quejas de los vecinos. La policía se lleva a la mujer mayor. Después el dueño del departamento deja en la calle a Alanis / María con lo que trae puesto. Ella pide ayuda a una tía que le permite pasar la noche y le consigue trabajo limpiando casas. Pero Alanis no quiere hacer eso. Regresa al departamento, llama a un cerrajero y recupera sus cosas. La policía no le devuelve ni el dinero, ni su teléfono. Los berridos del niño son insufribles. Es decir, pasa todo lo que te imaginaste o que has visto en documentales. No hay una sola cosa nueva. La fotografía es sucia y fea, todo muy realista. 

No sé tú, pero yo si hubiera sabido qué iba a ver no entro a la sala. Lo único que me hizo pensar este filme es que han pasado siglos y las prostitutas no pueden trabajar en paz en Latinoamérica. 

A las autoridades administrativas y a la policía le conviene conservar la prostitución como una actividad al margen de la ley para así asegurarse un ingreso ilícito con cargo al trabajo de estas mujeres. Hay un deseo de la autoridades de castigar a estas mujeres, de mantenerlas fuera de la legalidad para así poder abusar de ellas.

Es necesario dar una reglamentación sanitaria y comercial a esta actividad. ¿Quién lo impide? ¿Cuándo será que las autoridades reconozcan que la prostitución existirá por siempre? Es necesario hacer frente a esta situación, es necesario que se establezcan locales regulados, que la ley incluya los permisos y controles, que se prevea el uso de suelo de los giros negros y que se garantice la seguridad de las sexo servidoras y sus clientes. (Ab.)