God's Not Dead - Harold Cronk (2014)
Contra todo lo que puedas pensar, este filme en HBO Max es muy divertido. Me sacó al menos tres carcajadas, pero no lloré de risa. Advertencia: Se trata de un filme cristiano. Aunque la sinopsis dice: Un estudiante cristiano debe debatir con su profesor de filosofía, un estricto ateo, sobre la existencia de Dios. Debería decir: la existencia de Jesucristo y los aciertos del Genesis. Por los argumentos, deduzco que fue escrita por un testigo de Jehová. Si eres cristiano, no te ofendas. Habló de la pésima película, no de tu Dios. Es tan deficiente que incluye obvios errores por descuido en la edición. Mientras en un hilo de la historia ya amaneció; en el otro hilo la cena continúa. A pesar de ello, me divertí más que con Venom: Let There Be Carnage (2021) o Small Time Crooks (2000). Hay secuencias absolutamente descabelladas como la del sexto sentido del niño musulmán que huele un iPod con contenido cristiano o la del padre musulmán rechaza a su hija por creer en Jesucristo o la del profesor de filosofía gritando que odia a Dios.
Pero la escena mágica, la más loca de todas, es la muerte en el semáforo. Quizá el Jesús del que hablan es un sádico que obliga a creer en el bajo amenaza de muerte. Como si fuera un policía judicial proporcionándote un tehuacanazo exprés para que confieses un delito que no cometiste.
Quizá lo más valioso de toda la cinta, además de las risas, es la información sobre el síndrome de la cenicienta (personas motivadas por un deseo inconsciente de ser cuidadas, como consecuencia del miedo a ser independientes). Aunque igual de valioso es demostrar la existencia de mujeres y hombres que creen que pueden manipular a su pareja y decirle lo que debe o no hacer cada día de su vida.
La cinta es muy infantil. El muchacho acepta el reto de demostrar la existencia de Dios porque cree que Dios es Jesús y Jesús es su amigo. Dios existe, pero no es Jesucristo. Incluso, me da un poco de pena que haya gente tan dolida y ciega que no pueda verlo. Pero si demostrar la existencia de Dios es difícil, imagina lo arduo que resulta probar que Jesús es Dios. Simplemente ridículo.
Tan absurdo como que un profesor de filosofía no sepa explicar y limitar el tema y los conceptos. Si tu concepto de Dios se limita a un señor barbudo que tiene dos avatares, una paloma y un joven judío, te garantizo que perderás cualquier debate sobre su existencia. Dios no es un fulano que imita personajes de la mitología egipcia, griega o romana. Pero esto es una reseña, no es clase de teología.
Es cierto que en la Universidad, como en cualquier otro ámbito hay personas (maestros) flojas y prepotentes. Conocí una que decía enseñar Derecho Penal y se apellidaba Betancourt. Pero en filosofía, el perfil es otro. Mis profesores (Héctor y María Elodia) eran gente valiosa con quienes daba gusto platicar. Podían argumentar sin refugiarse en los nombres del pasado.
El climax al puro estilo de Spartacus (1960) es una locura. El hilo del pastor, el de la reportera con cáncer y el del hijo malvado son patéticos. Usar citas de la Biblia para probar la existencia de Dios es tan tonto como usar las de Hawking para lo contrario. Pero la cinta sabe que su público objetivo es el gringo protestante fanático que incluso asiste con gusto a conciertos de rock cristiano.
Lo malo de la cinta es que entre las escenas divertidas, esas que te obligan a reír, pasa mucho tiempo muy aburrido. Las actuaciones de Shane Harper y Kevin Sorbo merecen todo mi respeto, soltar esas líneas tan torpes sin esbozar una sonrisa es puro arte. La película es tan mala que divierte. Quizá por eso se convirtió en franquicia. (Ab.)
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