Evil Dead Rise - Lee Cronin (2023)
Menos es más, lo prueba esta cinta en HBO Max. Con pocos actores, pocos escenarios, una trama simplísima y tres pipas de sangre, a pesar de sus huecos, logra impresionar. Trama: sobrevivir a los demonios. Tras un sismo de apenas 5.5 grados Richter un edificio en Los Angeles sufre graves daños y se abre una grieta en el sótano. Danny, un adolescente, baja por el hueco y llega un sitio religioso en que encuentra un libro y tres discos. Los roba para escucharlos y leerlo y al hacerlo desata a los demonios. Aciertos: El elenco. La niña Kassie (Nell Fisher) es adorable. Danny (Morgan Davies) es un adolescente verosímil, quiere hacer dinero y música. Bridget, adolescente que se mueve entre el malhumor y el instinto maternal. Ellie y Beth, hermanas, amigas y rivales, ambas con aspecto dark con vena artística, una madre de tres y otra insegura de tener el primero, una pizca de envidia las enfrenta. Ambas excelentes.
El prólogo. En otro tiempo y lugar, con otros personajes, en otro tono y luminosidad, aparentemente desconectado de la trama principal. El homenaje. La secuencia del elevador es un homenaje al Resplandor (1980) y las secuencias con la maquina astilladora me recuerdan Fargo (1996). El ritmo. Apenas con breves pausas en la acción no da tiempo para pensar. No escatima en sangre. Llenar la pantalla de sangre resulta sorprendentemente agradable.
El ambiente: casi toda la cinta se desarrolla al interior del edificio, asunto que además de ahorrar recursos permite transmitir claustrofobia. No hay inclusión forzada de ningún tipo. Familia blanca armada por heterosexuales, padre ausente. El demonio se concentra en las mujeres. Los hombres no le interesan, buscan almas femeninas, quizá por su poder reproductivo.
Falta de lógica. Aunque Danny abre el libro y toca los discos, es Ellie la que resulta poseída. Las reglas para los demonios son contradictorias. Al parecer no pueden salir del edificio ni cambiar de piso y tienen que lograr algo antes del amanecer, pero no lo cumplen. Tampoco hay lógica en su reproducción o eliminación. Primero sólo hay uno y después hay más. No se explican sus objetivos. Al inicio sólo buscaban atacar a la familia y después ya no son selectivos, además parecen contentos con espantar a los personajes. Por cierto. ¿De dónde carajos sale tanta sangre?
Errores. Todo es simple y rápido pero sobran algunas secuencias que tienen la única intención de parecer terribles aunque en realidad no lo son. Comer vidrio o que los botones del elevador se llenan de sangre, no espanta a nadie. Los cambios de voz son tan trillados que se sienten bobos.
Impresión general. Este tren de diversión no te permite bajarte. Una vez arriba, llegarás al final. Se trata de sobrevivir así que puedes identificarte con cualquiera y salvo que tengas 10 años, la niña menor es un imán de atención. A ratos víctima, a ratos héroe, su ingenuidad es una arma de doble filo. Muy disfrutable. (Ab.)
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