V for Vendetta - James McTeigue (2005)


Es una de las películas más interesantes y digeribles que he visto. Su influencia fue tal que incluso la gente de Anonymous utiliza la máscara de Guy Fawkes que usó V. La trama cuenta que el Estado organizó un experimento para tratar encontrar los límites de la naturaleza humana y crear un humano que pudiera ser utilizado como súper soldado. Idea explorada en otras obras como la serie Stranger Things, el filme RoboCop (1987), el Capitán América y Jason Bourne. Esos experimentos terminan cancelados entre secretos porque algo sale muy mal. Un joven utilizado en esos experimentos y marcado con el número V logra escapar tras un incendio en los laboratorios para buscar venganza. Necesita cobrarle al gobierno por arruinarle la vida. Si analizamos bien, el gobierno no le arruinó la vida, lo convirtió en alguien especial que cuenta con una amplio espacio para vivienda en el que guarda una colección de arte invaluable. Tiene tanto dinero que además puede armar una vía del tren y comprar una tonelada de fertilizante, un vagón del metro, miles de máscaras y capas. Además tiene mucho tiempo libre para planear un atentado y ver películas. Claro, él no pidió nada de eso, pero ahora no teme a la muerte y sólo carece de una pareja y un rostro.

V sabe que el sistema está podrido y tiene a la gente asustada como borregos en un corral. La corrupción caló tan profundo que el Estado organiza masacres para encubrir sus errores e incluso soltaron un bicho muy parecido al coronavirus para provocar que el partido ultraconservador y fascista tomará el poder. Como en un buen Estado Totalitario, hay un dictador y el toque de queda está vigente, el control de los medios es absoluto y la vigilancia incluye tanto cámaras, como gente vestida de civil que pasea por las calles para reprimir cualquier acción que amenace la calma.

La casualidad hace que V se encuentre con Evey, una huérfana que trabaja en la TV, la salve de una violación y la invite a ver un espectáculo que consiste en la demolición del edificio Old Baley, que alberga al Tribunal (Penal) de la Corona. Luego, tomará la señal de TV y transmitirá en cadena oficial una invitación para que el 5 de noviembre del año siguiente lo acompañen todos a observar la demolición del Parlamento.

La película desarrolla la búsqueda del rebelde, la investigación de las fuerzas policiacas, así como la relación de Evey con V. El final insiste en que la destrucción del Parlamento es un símbolo del cambio, que la gente tendrá la oportunidad de corregir el rumbo y que las ideas no mueren a balazos. V quizá sea un anarquista, pero no hay un manifiesto que respalde la deducción. Sin embargo, la destrucción parecería un capricho si sólo se desea reformar el sistema. De cualquier modo, la demolición de los edificios no garantiza la desaparición de las estructuras legales y la muerte de ciertas autoridades tampoco asegura que llegarán mejores personas a tales puestos.

La conducción de la voluntad social es peligrosa y normalmente cae en nuevos excesos. El péndulo latinoamericano muestra que hemos pasado de extrema derecha a la extrema izquierda y viceversa sin encontrar el equilibrio. Los regímenes de ambos extremos utilizan frases para confundir. En la película se muestran uno de derecha y otro de izquierda: "Fuerza a través de la unidad. Unidad a través de la fe" y "La guerra es la paz. La libertad es esclavitud. La ignorancia es la fuerza".

En contraste, V tiene su lema en latín de cinco palabras Vi veri universum vivus vici que significa: "Por el poder de la verdad, yo, estando vivo, he conquistado el universo". Ese lema fue utilizado por el ocultista Aleister Crowley. Por lo que refiere al aspecto visual de la cinta hace referencia al Zorro (el héroe de antifaz), la cruz de Lorena (como opuesta de la esvástica) y el Show the Benny Hill (música incluida).

Habrá personas que no encuentren valiosa esta cinta, ni modo. La gente sufre la autocensura de modos muy peculiares. Nadie quiere hablar de política porque se provocan conflictos y enemistades. En mi opinión, los que no hablan de política se sujetan a uno o más de tres grupos: a) los que creen que nada es posible hacer para cambiar las cosas; b) los que obtienen algún provecho de la situación; y c) los que genuinamente creen que todo está bien. El resto somos pendejos. Somos esa clase de personas que: creen que existe un modo humano y correcto de hacer, están convencidos de que las cosas pueden y deben mejorar, tienen un espíritu y no están vivos sólo para buscar el placer y evitar el dolor. Somos esos pendejos idealistas que resultan incómodos en todos lados. Para nosotros, esta cinta es un símbolo de esperanza. (Ab.)

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