The Forgiven - John Michael McDonagh (2021)

LOS PERDONADOS en HBO Max es la cinta más interesante que he visto este año. Ralph Fiennes y Jessica Chastain interpretan a David y Jo, un matrimonio que viaja a Marruecos a la fiesta de unos amigos que montaron un hotel en mitad del desierto. La cinta, basada en el libro de Lawrence Osborne, se siente como un libro de Albert Camus. El inicio en constante movimiento es muy placentero para ver a pesar de las constantes quejas de la pareja. Nada satisface al matrimonio. Es un presentimiento de que el viaje no será bueno, aunque todo luzca espectacular. En mitad de la noche se pierden, una alegoría. En realidad, David arruina todo porque está profundamente insatisfecho. Como sucede en la vida real, cuando alguien está de mal humor tiende a empeorar la situación. Así que en vez de pasar un fin de semana relajado, todo se convierte en un infierno tras atropellar a un chico. El joven nativo tampoco es un pan de Dios, es un idiota que roba a su padre y pretende asaltar a los turistas.

David quiere sacudirse la responsabilidad pero en realidad no tiene interés en nada, le da lo mismo lo que piense la policía y confía en sobornarlos. La cinta guarda para el final revelar que es lo que tiene a David decepcionado. El padre del chico, del que jamás sabremos qué carajos andaba haciendo tan lejos de su hogar, llega sospechosamente pronto por el cadáver y exige que David lo acompañe para sepultar a su hijo. David accede por puro desgano, no tiene fuerza para resistirse y no le interesa quedarse con los otros extranjeros.

El filme tiene dos virtudes maravillosas. 1. Nadie es bueno, todos sienten desprecio por sí mismos y lo muestran siendo desconfiados, ambiciosos, traicioneros o estúpidos. 2. El nihilismo manda. Es cierto, que todos hacen un poco por lograr sus objetivos, pero no mucho y no realmente en serio. Asunto que encuentro muy realista.

La película es una gozadera. Por principio de cuentas, escapar al desierto africano es un placer. La luz es asombrosa y la fotografía sabe aprovechar esto con una saturación de color deliciosa. El cielo, la tierra y la ropa lucen extraordinarios. El hotel o la finca en que viven los amigos es bellísima y los alrededores invitan a visitar el sitio, levantarse muy temprano, mientras sopla el viento y pasear.

El contraste entre locales y extranjeros es una maravilla. Ambos son ridículos hasta el absurdo. Todos lo somos. Unos jugando a estar en un cuento de las mil y una noches, tolerando todos tipo de vicios; y los otros, incapaces de reconocer sus errores, encerrados en una prisión mental que les roba todas las ilusiones. 

Supongo que el peor mal de nuestros tiempos son las grandes expectativas. Un dialogo hermoso lo muestra. Uno de los nacionales cuenta que sueña con vivir en Suecia, imagina un frío delicioso. Lo mejor del caso es que al final de su rollo reconoce que ningún hombre ha estado contento con su vida.

Como si se tratara de una burla a la corriente de multiversos que invade los cines, esta cinta insiste en un desenlace. Lo que tiene que pasar, sucederá. No hay buena o mala suerte, hay un destino y debe cumplirse. Puede retrasarse, permite desvíos y correcciones, pero el destino se cumple. Ya quisiera Marvel o DC un poquito de la gracia de este filme para sus universos.  No hay multiversos, Dios no se equivoca, lo que tiene que ser, será.

Un detalle estupendo es la explicación sobre el fósil ELVIS. No sé quién quiera comprar un bicho tan horrendo para tener en casa, pero son de esos caprichos turísticos de los que uno se arrepiente. ¿Quién no ha comprado una tontería en un viaje, lo ha cargado durante días, lo ha odiado y lo ha roto por accidente al tercer día de tenerlo en casa? Vean esta cinta. (Ab.)

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