Shooter - Antoine Fuqua (2007)
Netflix tiene un entretenido y digerible churrito llamado EL TIRADOR, con Mark Wahlberg como ex francotirador. Desde un avión puedes deducir que lo van a inculpar de un atentado y lo inculpan. Desde el lado oscuro de la luna podrías imaginar que se va librar y se libra. No hay una sola sorpresa. Como en todas las cintas de este actor, él es un hombre de bien, fuerte y varonil que busca la justicia y vence todos los obstáculos. Mejor eso que los nuevos modelos de masculinidad heteroflexible. Lo más interesante es ver a Michael Peña como patiño y a Danny Glover como enemigo. Interesante porque el contexto racial es hermoso. Hay un viejo y gordo senador republicano blanco que usa a un viejo militar negro para inculpar a joven un ex militar blanco, ahora rebelde montañés, del atentado al presidente y asesinato de un líder etíope negro. El rebelde es baleado por un viejo policía blanco y panzón pero recibe ayuda de un agente del FBI latino. Shulada. Cliché sobre cliché.
Por cierto, una chica blanca, muy joven y muy viuda, Kate Mara, ayuda a Mark. Como premio por su buena acción resulta violada por un representante blanco del patriarcado opresor, pero tiene la oportunidad de vengar el delito disparando balas de paz y de justicia feminista al miembro de su agresor.
Dos mensajes importantes debes aprender de esta cinta. 1. Nunca confíes en tu compañero del ejército porque si te mueres le va a caer a tu viuda más cabrón que el vampiro fronterizo a un mojado. 2. Los políticos sólo usan la democracia, no creen en ella. La fuerza es su única ley. Si te pueden matar, lo van a hacer. Por eso Mark quiere tanto a su rifle (sin doble sentido). El sistema de justicia es demasiado lento y complicado, Mark prefiere la justicia pronta y expedita.
Si sigues creyendo que ser un patriota es fácil, deberías pensar que la moraleja optimista de esta cinta hecha en la cuna de la democracia, la tierra de los libres y el hogar de los valientes, es estar siempre listo para la guerra. Las balas sirven en contra de enemigos externos e internos. Mucho ojo. ¿Sabes cuántos presidentes gringos han sido objeto de atentados? Abrazos, no balazos.
Es cierto, la cinta es un churro de cabo a rabo, pero ningún mexicano mayor de 40 puede evitar pensar en la muerte de Colosio y el supuesto culpable Mario Aburto mientras la ve. Un atentado viene siempre desde dentro, desde el círculo de poder. Entre mis pensamientos escuché esa bonita canción que dice: AY! LA CULEBRA. Te reto a que la veas, ya viene el 4 de julio. (Ab.)
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