The Babysitter: Killer Queen - McG (2020)
La niñera: Reina asesina es pura diversión y está en Netflix. Si esperas ver El bebé de Rosemary (1968) o el Anticristo (2009) andas perdido. Este filme es para divertirse. Hay una club que tiene pacto con el diablo y hay demonios pero nada es en serio. Se trata de disfrutar de una fantasía en la que la sangre siempre ensucia la cara y los adolescentes descubren el amor. Esta es la segunda parte de The Babysitter (2017) película en que Samara Weaving robó mi corazón. Al igual que en aquella, McG se da vuelo con la música, la acción y todo el atractivo visual que no se limita a guapas jóvenes, también incluye escenarios interesantes (un lago, un cañón y el cielo nocturno) y efectos especiales al más puro estilo videojuego. Esta comedia que se burla del terror es muy efectiva y tiene la gracia de incluir a los protagonistas de la primera. La historia es que un adolescente virgen está a punto de ser enviado a una institución psiquiátrica porque nadie, ni sus padres, le creen lo que sucedió en la primera película. Para evitar ser “institucionalizado” escapará a un concierto con su vecina. Pero el peligro lo seguirá a dónde vaya. Sólo el sexo lo cura todo.
Unirá fuerzas con una recién llegada al pueblo y gracias a la buena química de la unión, vencerán a los demonios. No sé cómo sea trabajar con McG, pero parece muy divertido. Sus películas nunca se ponen intelectuales y siempre me divierten. Cumplen con las tareas de entretener, endulzar la fotografía y mostrar personas guapas y tontos vanidosos y explotar la fantasía con situaciones absurdas pero graciosas.
A fin de cuentas el mundo de los adultos es igual de idiota que esta divertida cinta. Quizá estoy envejeciendo pero me parece que pocas personas evolucionan después de la prepa. Todo sigue siendo presumir el coche, la ropa, la casa, la pareja, la popularidad y ponerse ebrios. Tal vez esta mentalidad preparatoriana es el efecto secundario más notorio del capitalismo salvaje. Quizá en otra vida intentemos crear armonía y afecto. Mientras tanto, es necesario reírse de la simplista sociedad en que vivimos y su máscara de felicidad. (Ab.)
Me quedé en la parte donde se sube a la moto acuática de la.chica nueva. Ya no se me antojó seguir. Igual no vi la primera pero es el tipo de película que no me provoca nada.
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