Kill Bill - Quentin Tarantino (2003)
Aunque la película fue estrenada en dos partes, volúmenes 1 y 2, el mundo sabe que Kill Bill es una sola historia. Seguramente ya la viste pero siempre es bueno recordar. Una mujer, la novia, Beatrix Kiddo (Black Mamba), forma parte de un equipo de cinco asesinos que dirige Bill. Los otros cuatro son: O-Ren Ishii (Cottonmouth), Vernita Green (Copperhead), Elle Driver (California Mountain) y Budd (Sidewinder). La mamba descubre que está embarazada y abandona el trabajo, se cambia el nombre y se hace pareja del dueño de la tienda de discos en que trabaja. Bill no toma bien que su novia lo abandone sin previo aviso y aunque la cree muerta la localiza para matarla. El asunto es que Bill no puede hacerlo y la deja en coma. Cuando ella despierta se dedica a matar a cada uno de los integrantes del equipo de asesinos. Así de simple, pero lo importante no es de qué trata Kill Bill, que por cierto esconde un juego de palabras entre saldar cuentas y matar a Bill, lo sabroso de este filme es la riqueza de la fantasía y lo convincente que resulta a pesar de tener un montón de cosas ilógicas.
El filme inicia con la magnifica versión de Nancy Sinatra de la canción Bang Bang (My Baby Shot Me Down) escrita por Sony Bono. La letra de esta canción contiene, de algún modo, la esencia de toda la cinta: un par de amantes jugando a matarse. La primera escena del filme es en blanco y negro, un close up del rostro de la novia lleno de sangre. Ella habla con Bill. Él explica que matarla es un asunto masoquista, no sádico. Ella dice que el bebe es suyo mientras suena el disparo.
Hay muchos videos sobre curiosidades y detalles de Kill Bill que no repetiré. Hablaré sobre la impresión de ver esta cinta. No conocía la canción Bang Bang y ya quería salir a comprar el disco. Evidentemente el silbido de Twisted Nerve se grabó en mi mente. Ya estaba enamorado de Lucy Liu y la película solo aumentó mi admiración por ella. Michael Madsen me había fascinado con su actuación como Mr. Blonde en Reservoir Dogs (1992) y me pareció magnífico que venciera a Beatrix, cuando en apariencia era el más débil del grupo.
La escena del duelo entre O-Ren y Beatrix, la nieve y el bambú que golpea rítmicamente me parecieron alucinantes. La sorpresa en la maleta roja, el cuento de Superman, Gogo Yubari, The 5.6.7.8's y sus pies descalzos sobre el escenario, la presencia de David Carradine, el local de sushi de Hattori Hanzo, el animé de origen de O-Ren y la cruel tutela de Pai Mei, cada una de estas secuencias tiene un encanto y un tono especial que me mantuvo emocionado.
Por otra parte, no noté que Samuel Jason estaba sentado al piano y no entendí por qué Beatrix hiere a Sofie Fatale. Por supuesto, mi cerebro estaba fascinado con todo y jamás pensé en si los personajes eran planos o no. Ahora, años después puedo decir que todos me parecen más interesantes que la Mamba Negra. El filme muestra mucho más sobre O-Ren y por eso su combate está cargando de emoción. Ella sola maneja un imperio.
Los hermanos Bill y Budd tienen una disputa reciente de la que no sabemos gran cosas pero gracias a la espadas sabemos que hay más afecto del que se muestran y mucha desconfianza. Bill es el jefe y Budd la oveja descarriada de corazón herido.
Vernita es una madre ejemplar, pero queda el misterio de cómo se unió al equipo de Bill y si está retirada o si sigue en activo. Elle Driver quizá no es mejor que Miss Kiddo, pero es más guapa, más sexy, más cruel y más vil. Detrás de cada personaje hay material para una secuela. Todos son fascinantes y dan ganas de conocerlos, de ir por una cervezas y platicar.
Para mí, el defecto en la construcción de Beatrix Kiddo es que, a pesar del entrenamiento de Pai Mei, su espíritu no cambió. Es decir, es una rubia que busca una figura paterna, la encuentra en Bill y en su prometido, ambos fueron sus jefes y sus amantes. Además, las artes marciales son, antes que todo, un método de perfeccionamiento. Sin embargo, la novia jamás reconoce que si no está muerta es porque Bill no lo quiso. Él es más noble que ella. Bill no falla el tiro, intenta evitarlo y ordena a Elle que no la mate cuando está en coma.
Para Bill, matar es un trabajo; para la novia, matar es pura venganza. Es cierto, ser víctima de un delito te hace desear la muerte de tu agresor, pero ella recibió muestras claras de amor del padre de su hija. A pesar de ello no puede perdonar. ¿De qué sirven las artes marciales si no pulen el alma? El final, la frase final, quizá es lo más torpe de todo el filme. El asunto de la leona que se reúne con su cachorra para que la selva esté en orden, me parece una mala broma. (Ab.)
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