Jagten - Thomas Vinterberg (2012)
La caza es salvaje. No es extraño, ya que su director fue parte del movimiento Dogma con Lars Von Trier y dirigió Festen (1998), una cinta ruda muy recomendable. A pesar de no mostrar escenas de violencia extrema, el filme logra herir las entrañas y me causó mayor impresión que ver a Sylvester Stallone acabar un pueblo entero con un lápiz. Esta violencia asusta porque es real. Es uno de esos casos que pueden suceder a cualquiera a pesar de las precauciones que tome. Mads Mikkelsen, el mismo que interpreta a Hannibal (Lecter) en la serie homónima, es Lucas, un tipo tranquilo que trabaja en jardín de niños, que disfruta de jugar con los morros, aunque está deprimido porque su mujer lo reemplazó y no le permite ver a su hijo adolescente Marcus. Lucas es amigo de Theo, un barbón borrachín que pasa la vida peleando a gritos con su esposa. La pareja es un desastre y sus hijos, un adolescente raro y la niña Klara, se sienten incómodos con las discusiones por lo que prefieren estar fuera de casa. Lucas conoce la dinámica familiar de Theo y brinda un trato muy cariñoso a Klara. A pesar de tener menos de 6 años de edad, la niña se siente atraída por Lucas. Así que un día le entrega una carta, un regalo y le da un beso en los labios. El profesor se pone tenso y no deja pasar el asunto. Le llama la atención, le devuelve el regalo y la carta y le explica que esos besos no deben ser entre ellos.
La niña se molesta tanto que dice a la directora del preescolar que vio el pene erecto de Lucas. Eso provoca una serie de tonterías que hacen crecer el chisme y todo el pueblo, que adoraba al hombre, ahora lo rechaza. Incluso la nueva novia gringa de Lucas hace un comentario idiota que agrava el asunto. La directora de la escuela despide al acusado y presenta la denuncia ante la policía. Todo muy bien, si Lucas hubiera cometido alguna falta, pero no es así.
El ser humano reacciona sin pensar. Los años de confianza se destruyen con una mentira y comienza la cacería del indeseable. Lucas resiste, pero pagará el pato por haberse comportado correctamente. Ninguna buena acción quedará impune.
El asunto tarda mucho en resolverse y aparentemente Lucas es exonerado de los cargos. No se muestra si recupera su trabajo, ni si recibe una indemnización, ni si sus acusadores reciben castigo. Basta una mentira y la estúpida creencia de que los niños nunca mienten para destruir la vida de un hombre. El rumor lo seguirá por siempre. Él está marcado.
Aunque la película es excelente. Me dejó muy encabronado. Hace unos meses, una joven de la prepa 6 me decía que las autoridades universitarias no hacían nada en contra de los maestros acusados de acoso. Es claro que las autoridades de la UNAM enfrentan un asunto difícil. Por una parte, no es de su competencia perseguir asuntos penales y por otra, deben respetar los derechos de sus empleados.
La ley indica que las mujeres agredidas deben presentar la denuncia ante la justicia penal, no hay otro camino. En tanto no se pruebe, una acusación de acoso no es causa suficiente para despedir a un profesor. Además, sólo una sentencia firme debería afectar los derechos del acusado. Así debería ser. Obviamente, en México, la realidad no es esa.
Hoy es más fácil tomar video que estar intentando probar quién hizo qué. La víctima no tiene obligación de registrar el incidente, pero hacerlo, en ocasiones, ayuda. Si los humanos fueran perfectos, no habría tonterías y los abogados buscaríamos otra ocupación. Acudir a la ley debe ser el último recurso, más vale mantenerse alerta, no comprar pleitos y en el último de los casos, defenderse directamente de la agresión. (Ab.)
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