Sing Street - John Carney (2016)
Este es tu momento es un buen filme que puedes ver en Netflix. Como en todo viaje del héroe, el chico Conor será expulsado de su zona de confort para ir a conocer el mundo. En este caso, lo cambian de escuela. Lo mandan a un colegio dirigido por sacerdotes que supongo son católicos ya que los personajes viven en Dublín, Irlanda. Por lo visto, la nueva escuela es un poquito más conservadora que en el colegio privado al que solía asistir. El cambio de ambiente resulta ser una bendición disfrazada. Conor, interpretado con elegancia por Ferdia Walsh-Peelo, se encontrará con la guapísima Raphina (Lucy Boynton) justo delante del nuevo colegio y ese será el motor de toda la película. Para los que tuvimos la desgracia de asistir a una preparatoria dominada por el catolicismo y sin mujeres, está película es casi autobiográfica. Las reglas tienen por objeto podar la personalidad y transformarte en un hombre de bien, limpio de toda creatividad. Aunque ese no es el tema central.
Nuestro héroe encontrará rápidamente a Darren (Ben Carolan), el pelirrojo facilitador que conoce a todos en la escuela y tendrá en casa al maestro en la persona de su hermano mayor Brendan (Jack Reynor). Cosa curiosa el maestro se siente frustrado y jodido atrapado por el amor de su madre, pero no duda en poner todo lo que sabe al servicio de su hermano. No quiere que se quede atrapado en la trampa mortal de la isla/familia. Además, Conor recibe ayuda del talentoso músico adolescente Eamon (Mark McKenna). Todos los jóvenes actores están impecables.
En otras palabras, el héroe cuenta con el súper poder, aunque quizá sea más exacto decir "el impulso", del amor y el imán para atraer a otros y sumarlos a su causa. Conor forma una banda y para estar cerca de Raphina, la invita a ser parte de sus videos. La doncella no es sólo una pieza decorativa, quiere ser modelo y tiene una personalidad emprendedora. Poco a poco se convence de que Connor es un proyecto viable, sin por ello apagar la velita encendida con un novio mayor.
El héroe va buscando su personalidad entre los grupos de pop que el hermano mayor le presenta, así que brinca de banda en banda. Quizá esta búsqueda es lo más divertido de la película, tanto por los cambios de vestuario y peinado, como por la actitud que implican y sobre todo por la música que rescatan. No se dice específicamente en qué año está ubicada la película pero son los ochentas y cada canción que tocan fue un éxito que me acompañó durante la preparatoria. De modo que si bien la cinta está dirigida a adolescentes, es claro el guiño a los rucos como el que escribe.
El soundtrack pasa por Rio de Duran Duran; Take On Me de A-Ha; In Between Day y Lovecats de The Cure; Gold de Spandau Ballet; Maneater de Hall & Oates; Pop Muzik de Robin Scott; y I Fought the Law de The Clash, entre otros. Pero además tiene excelente música original en la que sobresalen las letras de Gary Clark, por ejemplo en Drive It Like You Stole It y Go Now.
No quiero echar a peder el filme, basta decir que con una estructura muy convencional logra momentos mágicos de ternura extrema. No sé si todos los viejos vemos esa etapa de la vida como los buenos tiempos, pero para mí la preparatoria y la universidad, con todos los retos que implicaron, fueron y serán los buenos tiempos. Quizá sea cierto que la ignorancia es una bendición y por eso viví muy enamorado, lejos de la realidad.
Basta de confesiones sentimentales. El filme tiene un mensaje muy completo: es necesario luchar; jamás rendirse; experimentar; tener clara la motivación; superar obstáculos y tomar todo lo bueno que la vida te ponga delante. Si vas de camino al éxito, se vale seguir los pasos de los que llegaron antes que tú. Además es indispensable ayudar y ser ayudado. (Ab.)
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